Biblioteca Txillardegi 'de facto'

LA monotonía de un jueves cualquiera se rompió ayer en torno al consistorio. Una misteriosa escultura y una cartel que bautizaba a la biblioteca municipal con el nombre de Txillardegi asombraron a más de uno, lo que provocó la polémica en los pasillos municipales.

El cartel en el que figuraban las palabras Txillardegi Udal Liburutegia, con los horarios de apertura del centro cultural, llevaba ya unos días, pero, hasta ayer, pocas personas ajenas a su instalación se habían percatado de ello. El Grupo Socialista del Ayuntamiento lo percibió y emitió una nota en la que criticaba al Gobierno de Bildu por haber colocado el cartel, contrario a la decisión recientemente adoptada en el consejo de administración de Donostia Kultura, donde los tres partidos de la oposición rechazó la intención del ejecutivo de Juan Karlos Izagirre de dar el nombre del escritor, lingüista y fundador de ETA a la biblioteca ubicada en el mismo edificio municipal.

La concejala socialista Marisol Garmendia manifestó que "una vez más, Bildu se ha saltado a la torera la voluntad de la mayoría del Ayuntamiento". "Tanto habla de respeto a la mayoría, ¿va a hacer caso a la voluntad expresada? ¿Hasta cuándo va a seguir haciendo lo que le da la gana?", se preguntó la corporativa, que pidió la retirada del cartel de modo inmediato.

Por su parte, fuentes del Ejecutivo de Bildu, que habían defendido esta denominación, sugerida por un colectivo llamado Plazara Goaz, negaron que el cartel hubiese sido colocado por el propio Gobierno de Izagirre. A pesar de ello, su aspecto similar a un cartel oficial, con los horarios incluidos, lleva a pensar a cualquier paseante que, en efecto, la biblioteca se llama ahora Txillardegi. Además, el cartel lleva ya unos días sin ser retirado, como se puede comprobar por las imágenes visibles en YouTube, donde un grupo de personas, entre ellas los miembros de Plazara Goaz, celebran un acto en el que colocan el polémico gráfico. Tras su instalación, los portavoces del colectivo hacen un homenaje al escritor y todos los asistentes cantan unos bertsos en su honor.

El Gobierno municipal de Donostia no se posicionó ayer sobre si permitirá o no que el afiche siga dando nombre a la Biblioteca Central de la ciudad.

Escultura

Contra el franquismo

Las sorpresas surgidas en torno al edificio de Igentea no se quedaron aquí. Algunos paseantes pudieron comprobar cómo el alcalde, Juan Karlos Izagirre, acompañado de algún concejal y un nutrido grupo de operarios, asistía en la mañana de ayer a la aparente instalación de una escultura junto al Palacio Goikoa. En este caso, la masa de hierro no era la escultura en sí, según aseguraron fuentes municipales, sino una maqueta de la obra en contra del alzamiento franquista, que se instalará en algún punto de la ciudad próximamente y que ha sido objeto de un concurso.