Donostia. El parque fluvial proyectado en la futura reurbanización de Txomin Enea será lo último que se construya en el renovado barrio tras la edificación de las viviendas de realojo planeadas y la sustitución del antiguo puente de "La Casera". El Gobierno local ha decidido ahora invertir el orden de las obras de manera que si inicialmente el parque estaba previsto construir en la primera fase, se relega ahora a la última. No obstante, la tramitación del proyecto seguirá su curso y, de hecho, el diseño del parque va tomando forma; tendrá tres itinerarios paisajísticos y cinco accesos con rampas.

El concejal de Vivienda y Urbanismo, Ricardo Burutaran, informó ayer en rueda de prensa que mañana la Junta de Gobierno local dará luz verde a la aprobación inicial del proyecto de urbanización del parque fluvial de Txomin Enea, cuyo fin será minimizar el riesgo de inundaciones creándose una zona inundable durante las crecidas del río.

En relación al cambio en el orden de la obras, el edil de Bildu explicó que el Ejecutivo local ha decidido "dar prioridad a los vecinos de Txomin" y el primer paso será construir las viviendas para su realojamiento. En este sentido, aseguró que las negociaciones con el departamento de Vivienda del Gobierno Vasco para acordar su implicación en la promoción de vivienda protegida "van por buen camino" y confió en que "de forma inminente" se pueda cerrar un acuerdo lo que desbloquearía el proyecto.

Un parque para pasear Hasta que llegue ese momento, los técnicos siguen trabajando y definiendo el parque fluvial, que tiene un presupuesto de 4,1 millones de euros y contará con 28.000 metros cuadrados, sin contar la zona de Loiola y el nuevo puente. "Queremos crear un lugar de fácil acceso, en el que encontraremos diferentes elementos paisajísticos que nos ayudarán a sentir la naturaleza a través de diferentes paseos", señaló Burutaran.

Concretamente, el parque estará dividido en cuatro zonas, según el grado de acercamiento al río, y contará con tres recorridos distintos. Uno, situado a una cota de 7 metros de altura a lo largo de la orilla urbana. "Está pensado para el paseante con prisa que no tiene tiempo para bajar al parque, pero podrá disfrutar visualmente de toda la amplitud del parque", detalló el edil.

Habrá otro itinerario paisajístico que podrá realizarse en bicicleta y a pie y permitirá al paseante disfrutar de un paseo de 600 metros de longitud a través de una vegetación privilegiada. Y en tercer lugar, se contempla el paseo de ribera-humedal, que estará acompañado de elementos de madera, formando embarcaderos y pantalanes que permitirán en un futuro disfrutar del río, avistar aves, pescar e incluso bañarse.

Esta obra se dividirá en dos fases, las cuales no se iniciarán hasta que se construyan las viviendas. Entre otras actuaciones, se derribarán el edificio de Donosti-Arraun, el correpondiente a la empresa Parfer, una caseta ubicada en los viveros municipales y otra serie de elementos como barandillas.

Además, Burutaran recordó que el convento de Kristobaldegi está sufriendo una transformación de envergadura, reduciendo su superficie más cercana al río y compensándola con la construcción de una nueva ala al otro lado.