ESTE año no está siendo el mejor para el negocio de los helados. El mal tiempo se ha notado bastante y parece que hasta el pasado viernes, el verano todavía no había llegado a la capital guipuzcoana y las heladerías se han visto más que resentidas por la situación.

La presencia de personal en las playas es un síntoma de que las heladerías empiezan a trabajar, como es habitual en el verano donostiarra. Pero hasta ahora, el mal tiempo ha sido el principal enemigo de estos comercios, como nos confirmó Marisol, dependienta de Los Italianos de la calle Aldamar, donde lleva trabajando 48 años. Marisol, experta conocedora en este tipo de venta, aseguró que "este verano esta siendo el peor de todos".

La veterana dependienta acusa al mal tiempo como responsable de la pérdida de clientes, ya que "a la gente no le apetece tomarse un helado si no hace suficiente calor y, menos aún, si está lloviendo".

Marisol señaló que el clima sufrido durante la pasada primavera y parte del verano ha sido "una ruina" para las heladerías. Según sus palabras, en días de buen tiempo pueden llegar a trabajar el doble, mientras que en días nublados apenas tienen trabajo. En Los Italianos han intentado solventar este problema creando nuevos sabores, como el de cookies o el de albaricoque: "El de albaricoque no ha resultado muy atractivo, al contrario que el conocido como Quitapenas, un nuevo sabor que hace honor a su nombre, con chocolate y naranja, que fue creado hace unos años y está funcionando muy bien".

A pesar de las innovaciones en la gama de sabores, Marisol subraya que, hasta el momento, este verano está siendo muy malo para el negocio. Los sábados y domingos la cosa mejora, pero entre semana no suelen tener muchos clientes, a excepción de los escasos días soleados que se han contabilizado hasta el momento.

Miriam Belunzaran, una de las encargadas de la Gelatería del Boulevard explica que, por regla general, suelen tener bastante clientela estos días, aunque el tiempo les ha jugado malas pasadas este año. Miriam afirma que "el mal tiempo se nota incluso más que la crisis", ya que los días nublados o de lluvia reducen la afluencia de clientes. A pesar de eso, esta heladería también se llena cuando brilla el sol (escasos este verano) y mantiene la gran variedad de sabores que ofrecía en años anteriores.

Otra clásica de la ciudad, la heladería Arnaldo, en la calle Garibai, se ha propuesto hacer frente al mal tiempo incorporando una nueva gama de sabores en sus helados, incluyendo también el de cookies, el de mango o el de coco con chocolate. Mónica, hija de la dueña de Arnaldo, también confirma que el mal tiempo hace mucho daño a este tipo de negocio. Al igual que la encargada de Gelatería, Mónica considera que las ventas se resienten mucho más por la escasez de sol, hasta el momento, que por la crisis.