zarautz. Es muy habitual pasar frente a la parroquia de Zarautz y observar a Josetxo restaurando una silla u otra pieza fuera de su establecimiento de antigüedades Menoska. "En invierno paso menos frío que en verano, porque voy más abrigado. A la gente le recuerda a cómo se trabajaba antes, en la calle, y le gusta", detalla al comenzar con la entrevista. Desde una silla para niños de los años 20, hasta la kutxa de hace 300 años que la novia portaba en las bodas vascas e incluso antiguas neveras... Menoska es casi un museo donde el cliente puede pasar horas observando miles de curiosidades.
¿Cuándo abrieron su tienda de antigüedades Menoska de Zarautz?
Josetxo Aseginolaza: Hace seis años. Izaskun y yo nos dedicábamos a restaurar muebles que habíamos ido localizando, recogiendo en casas, comprando... Antes lo hacíamos todo en un garaje. Este local había sido una tienda de ropa para niños y estaba cerrado. Nos animamos a alquilarlo y aquí seguimos.
Y, ¿qué tal les va?
J.A.: Nos ha pillado en plena crisis y no hemos conocido los buenos tiempos. No es un hobby, lo hacemos para trabajar y cuesta, pero aquí seguimos con ilusión. Tenemos la suerte de que no tenemos que hacer pedidos para la próxima temporada. El material es el que hay y se va vendiendo.
¿Qué tipo de clientela tienen?
J.A.: Mayormente es joven. Aunque también hay gente mayor que nos trae cosas para reparar. Pero los que se animan a comprar son los jóvenes.
Lo 'vintage' se lleva mucho hoy en día, quizá sea por eso.
J.A.: Sí. Sobre todo acude gente de fuera. Gente joven que busca curiosidades. Tuvimos hace poco, por ejemplo, la visita de un gallego que había venido a Irun, a casa de unos amigos. Le habían comentado que en Zarautz tendría una tienda que le iba a gustar. El que entra al establecimiento es aficionado y mucha gente nos felicita porque le gusta.
¿Qué venden?
J.A.: Muchas curiosidades. Lo mismo podemos tener una báscula para pesar comestibles antigua, de los años 40, que una nevera de madera o piezas originales de la marca Coca-Cola...
Precisamente llama mucho la atención la nevera roja de 'Coca-Cola' del escaparate.
J.A.: Sí, es de los años 50 y se vendieron en América. Aquí no llegaron. Llevamos años comprando en los alrededores. Las piezas de Coca-Cola, por ejemplo, las adquirimos en un bar de Valencia que había hecho la colección y cerró.
¿Cuál es la pieza más antigua de la tienda?
J.A.: Las kutxas de hace 300 años que portaban las novias en las bodas vascas para llevarlas a la nueva casa. Normalmente llevaban dentro sábanas y enseres por el estilo. Cuando se representa una boda vasca aparece el carro de bueyes con una kutxa. Las utilizaban los ricos. La conseguí con un trueque. La cambié por una pistola antigua.
¿Y la más curiosa que les ha tocado restaurar?
Izaskun Zarate: Una caja fuerte enorme que había estado en un gallinero y que ahora está en el palacio de Igartza de Beasain. Era tan grande que nos dejaron restaurarla en Villabona. Pesaba 800 kilos. Había que moverla con grúa. Era una pieza preciosa. La recuperaron de una chatarrería de Vitoria-Gasteiz. Nos piden muchas curiosidades. Pero lo que más reparamos son sillas.
J.A.: Siempre digo que menos plástico y electrónica, arreglamos casi todo. Jarrones de cerámica rotos en pedazos pequeños, también.
¿Qué es lo que más se vende?
J.A.: Los primeros tres años vendimos mucho figuras religiosas. Sobre todo Sagrados Corazones. Las lámparas antiguas que Izaskun tunea, hemos vendido unas cuantas. También pinta sillas, mesas...
¿Y cómo las pinta?
I.Z.: Normalmente utilizo collage y pinturas acrílicas. Pinto de todo, hasta fotografías. En la feria de Navidad hemos ofrecido broches realizados con pinzas. Además, acabo de crear la colección de huchas con forma de cerditas llamadas Las Txonis (risas). También he empezado a hacer gomas de pelo o para atar las bufandas con telas de diferentes colores. Me gusta mezclar las piezas antiguas con modernas.
J.A.: Le suelo decir que cualquier día aparezco yo también pintado (risas). A la gente le gusta lo que hace y restaurando, en los acabados, es muy buena. ¡Mejor que yo!
Detalle más lo de Las Txonis. Cuente, cuente...
I.Z.: La Txoni, cerda de la fortuna, viene con una receta (etiqueta) que dice que traerá suerte y anima a su dueña o dueño a meter dos euros cada día para ahorrar. Algunas amigas ya me la han traído para abrirla y seguir utilizándola. Se pueden encargar y personalizar.