Eibar. Nacido hace 54 años en la aldea orensana de San Fiz, José Luis Novoa se trasladó con su familia a la localidad vizcaina de Ermua cuando apenas contaba con cinco primaveras a sus espaldas. En 1972 se matriculó como alumno de Armeria Eskola y desde entonces siempre se ha mantenido unido a la que es su casa. No en vano, tras terminar los estudios de maestría Novoa empezó a trabajar en el centro formativo eibartarra. Primero como profesor de apoyo, luego como docente y desde 1984 como secretario de la escuela. Tras ocupar ese cargo durante dos décadas, trabajó otros dos años como dinamizador de las Tecnologías de la Información y Comunicación: "Hasta que mis compañeros me prepararon una especie de encerrona y me propusieron para ocupar el puesto que dejaba el anterior director, José Antonio Arkotxa".
¿Qué ha supuesto para usted ser el máximo representante de Armeria Eskola en el año de su centenario?
La verdad es que nunca me lo había ni imaginado y ha sido uno de los mayores regalos que podía recibir en esta vida porque soy hijo de esta escuela. Me siento muy reconocido y muy feliz de ser el director de una escuela que me lo ha dado todo. Además, poder representarla en un momento histórico como el centenario me ha reportado momentos muy gratificantes a nivel personal, profesional y, sobre todo, emocional. Más que nada porque he sido testigo del cariño especial que siente muchísima gente hacia la escuela, por todo lo que ha supuesto en sus vidas.
Parece que le ha llenado ser el director del centro en su centenario...
Es algo que te llena, pero también es algo que te plantea muchas dudas porque no sabes en qué medida respondes a las expectativas que hay en ti y al mismo tiempo si la escuela responde a las expectativas que se tienen en ella. Ha sido un año de mucho trabajo, esfuerzo y horas de dedicación, pero ha merecido la pena.
El programa del centenario ha incluido numerosos actos culturales, deportivos, sociales... ¿Destacaría alguno por encima del resto?
Han sido muchos los momentos vividos y cada uno ha sido especial. Desde el acto inaugural con la presencia de los máximos representantes sociales y políticos a los últimos actos en los que se ha reconocido la trayectoria del centro como el premio Lan Onari o la Euskal makila... todos los momentos han sido preciosos. Eso sí, quizás el más emotivo fue el acto que hicimos en marzo y en el que nos reencontramos más de 300 exalumnos, trabajadores y demás personas que han pasado por el centro.
¿De qué está más satisfecho?
Los premios y reconocimientos están muy bien, pero si hay algo de lo que esta escuela está especialmente satisfecha es de la trayectoria profesional que han tenido los alumnos tras dejar las aulas. En los 100 años de historia de Armeria Eskola han sido más de 400 las empresas de distintos ámbitos creadas por exalumnos; entre ellas hay algunas de referencia como Gamesa, Panda software, Rodisa, Maser, Microdeco, Ojmar o ABC compresores. Lógicamente, algunas de las empresas creadas por exalumnos de Armeria Eskola han desaparecido o se han transformado, pero estamos muy orgullosos de que nuestros alumnos hayan sido capaces de crear riqueza y contribuir a la transformación socioeconómica de la comarca.
En 100 años Armeria Eskola ha sido testigo de varias crisis...
Así es, la escuela ha conocido y vivido muchos momentos de crisis pero siempre ha estado al lado de la empresa y ha sabido aportar un diferencial para ayudar a las empresas a salir de esas crisis.
¿Cómo ha evolucionado el centro?
Armeria Eskola empezó a funcionar en 1912 con el objetivo de formar profesionales para la industria armera. Sin embargo, en 1920 se constató una crisis bestial en la comarca porque tras la I Guerra Mundial ya no se vendían armas. En ese contexto, Armeria Eskola incorporó la mecánica a su oferta formativa y fue entonces cuando se produjo la transformación de empresas como Alfa, Orbea... Posteriormente, en los años 60 el centro incorporó otras especialidades como la electrónica, que para entonces era toda una revolución... En esas épocas se vio bien claro que el sistema educativo contribuía a la transformación del tejido económico y social para que se adaptara a las nuevas situaciones.
¿Dónde está la puerta de salida a una crisis como la actual?
Hay una máxima que siempre se cumple y que dice que de las crisis siempre se sale de manera diferente a como se ha entrado. La clave está en tratar de acertar hacia dónde ir.
¿Y hacia dónde se debe ir?
Hay determinados sectores que se visualizan como una oportunidad clara porque los países quieren posicionarse en ellos. Ahí están las nuevas tecnologías y las telecomunicaciones pero también la salud, desde un punto de vista de generación de producto. Este sector necesita productos que están por inventar o mejorar y que además va a crecer de forma importante porque la población está envejeciendo. También están las energías renovables, porque cada vez hay menos combustibles fósiles y más caros. De todos modos, ni podemos ni debemos abandonar los sectores tradicionales aunque sí debemos contribuir a su transformación.
¿Y qué me dice de los idiomas?
Que la educación del futuro pasa por formar profesionales que dominen el mayor número de idiomas posible. En Armeria Eskola hemos empezado a impartir una especialidad en inglés y estamos encantados.