"El acero es la historia de Mondragón, en tiempos pasados tuvo mucha importancia"
Lleva más de una década investigando sobre el acero de Mondragón. Genaro Rosado desgrana en esta entrevista algunas de las propiedades y características de la particular producción del mineral que en tiempos pasados labró la fama mundial de esta villa guipuzcoana
arrasate. El acero de Mondragón fue la base de una potente industria armamentística que durante siglos suministró espadas, picas, estoques... a las tropas imperiales de Carlos V, Felipe II y sus sucesores en la corona española. Fue una industria estratégica para la primera potencia militar de la época, de la que vivía toda una población de más de dos mil habitantes. Sin embargo, este tesoro de la naturaleza, que nacía de las entrañas del monte Udalatx, se vio abocado al declive: a finales del siglo XVIII había desaparecido prácticamente la veta de este mineral. Pero, para entonces, se había tejido uno de los capítulos más gloriosos de la historia de la villa. El alavés afincado en Donostia, Genaro Rosado, antiguo miembro del centro de investigación de materiales, Inasmet (Tecnalia), y experto en siderurgia y arqueometalurgia, pronunció hace unos días la charla Mondragón y las espadas de Toledo en una abarrotada sala de Kulturate, dentro del ciclo de conferencias organizadas por Arrasate Zientzia Elkartea (AZE).
¿Por qué tiene tanto interés por el acero de Mondragón?
He trabajado 23 años en Sociedad Anónima Echevarría, fabricante de aceros Heva. Así que siempre he estado vinculado a este mundo. Después empecé a leer cosas relativas a la metalurgia y a la gran importancia del acero de Mondragón: la conexión que existe entre el mineral de Udalatx y la fabricación de espadas de Toledo. Fui documentándome y sensibilizándome con el tema.
¿Cuáles son los avances que han realizado en el laboratorio de Inasmet?
Se han analizado presuntos minerales, escorias, alguna espada y se ha llegado a interesantes conclusiones en relación con las características del mineral, el proceso de fabricación del acero de Mondragón y de la forja de espadas, que, igualmente, era propia y particular de la villa. Los fragmentos de mineral se han conseguido a través de las excursiones que hemos llevado a cabo por el lugar, primero con la sociedad Burdinola de Legazpi, y después con AZE. A estos últimos, también les han proporcionado fragmentos desde Besaide Mendizale Elkartea de Arrasate o el grupo de Espeleología del Aloña Mendi de Oñati.
¿Qué gremios trabajaban en la industria metalúrgica? (En el siglo XVI eran varias las ferrerías masuqueras que funcionaban en la villa, mientras que se contabilizaban cerca de 70 tiraderas, en su mayoría ubicadas en la calle Olarte, junto al río).
El primer eslabón lo formaban los mineros o venaqueros que extraían el mineral de Udalatx. Continuaba con las ferrerías masuqueras o de primera transformación donde se fundía el hierro y se obtenía la raya, y culminaba con las ferrerías tiraderas que elaboraban el reputado acero mondragonés. Este proceso en dos fases era propio y característico de Mondragón. El primero que habla del tema es el rey Alfonso X El Sabio, que en 1262 dio unas directrices para la explotación de las veneras y para que las ferrerías del monte bajasen al núcleo urbano.
El método de forja que empleaban los espaderos mondragoneses era también completamente diferente.
Así es. Frente a otras modalidades como el forjado en sandwich, hojaldre o el hierro calzado, las espadas mondragonesas, según el político ilustrado y adalid del regeneracionismo Baltasar Melchor de Jovellanos (1744-1811), alternaban barras o listones cuadrados de acero y hierro, adquiriendo forma de damero. El método de forja era también distinto al de las espadas fabricadas en Toledo.
¿Era la actividad económica más importante de la población?
Prácticamente todo el pueblo se dedicaba al acero, como mencionó Esteban de Garibay y se recoge en el pleito de 1558 -Felipe II intentó impedir su fabricación cuando se enteró de que el acero de Mondragón pasaba a Francia y los franceses producían armas estupendas-. En dicho pleito, subrayaban que la consecuencia de la prohibición del comercio del acero sería el despoblamiento de la villa, porque era el único medio que tenían para trajinar y, en consecuencia, para obtener recursos con los que adquirir alimento.
¿Es cierto que en ciudades alemanas como Passau y Solingen se plagiaban las armas hechas con acero de Mondragón?
Sí, con la intención de devaluarlas. Hacían malas espadas con las marcas toledanas, aparte de intentar copiar el proceso.
¿Qué referencias claras existen del uso del acero mondragonés en la fabricación de espadas toledanas?
El británico Willian Bowles, en su libro de Historia natural, habla de las minas de Mondragón, la rentabilidad de su mineral y llega a establecer claramente la relación entre el acero y las espadas de Toledo, al decir que las que regaló Catalina de Aragón a su esposo Enrique VIII eran fabricadas con acero de Mondragón, de la marca de Julián del Rey. Por otro lado, Carlos III encargó a Santiago de Palomares en el siglo XVIII, un informe sobre la producción del acero con vistas a poner en marcha la Real Fábrica de Espadas de Toledo. Una de las primeras cosas que dice el monarca es que estas se hiciesen con acero de Mondragón, a través del proceso antiguo.
¿Cuándo desapareció el producto?
Cuando empiezan a utilizarse armas de fuego masivamente. El arma blanca pasó a ser secundaria en la ofensiva, como sucedió en la famosa batalla de Rocroi (19 de mayo de 1643), que supuso el triunfo del ejercito francés ante los tercios de Flandes. A ello hay que añadir que en Mondragón también nos encontramos con la práctica extinción del mineral. Cuando Carlos III se preocupa por el tema, para finales del siglo XVIII, prácticamente no hay actividad. Los años de mayor explotación debieron darse desde el siglo XIII, cuando lo cita Alfonso X, al XVI, donde ya se empieza a ver la decadencia.
¿Qué huellas se conservan sobre el esplendor de aquel tiempo?
Topónimos como Ferrerías y Olarte kalea, minas, la espada atribuida a Esteban de Garibay y, posiblemente, el molino de Ibarreta.
¿Son conscientes los mondragoneses de lo importante que fue el pueblo en el siglo XVI a nivel mundial?
No creo que sean conscientes de la importancia que en tiempos pasados tuvo su pueblo. La prueba es que la recopilación de fuentes que he hecho ha sorprendido a gente muy sensibilizada por la cultura. El acero es la historia de los de Mondragón.
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