donostia. "Las dependencias de la Guardia Municipal en Ondarreta son un búnker". Con estas palabras definió ayer el concejal del PNV, Martín Ibabe, la sede que la Policía local donostiarra tiene en el anterior Museo del Agua, situado detrás de la Escuela de Arquitectura de la UPV, en el barrio del Antiguo.
En una rueda de prensa, el edil jeltzale solicitó al Gobierno municipal que dé una solución definitiva al que, en estos momentos, es "el principal" emplazamiento de los agentes en la ciudad. Un lugar que alberga a cerca de 200 policías -en total, Donostia cuenta con alrededor de 400-, pero que, sin embargo, no atiende al público y que, en un principio, fue una solución provisional.
Desde 2006, el Ayuntamiento donostiarra está de alquiler en parte de estas instalaciones que pertenecen a Aguas del Añarbe, lo que tiene un coste de 200.000 euros anuales para el Consistorio. "Es una especie de vestuario que acoge también al grueso de los agentes y buena parte del trabajo interno que realiza la Guardia Municipal", afirmó Ibabe.
El resto de la Policía local se ubica en la calle Easo lo que, según el PNV, provoca trastornos tanto a los ciudadanos como a los propios trabajadores. "En las instalaciones de Ondarreta no puede entrar nadie, salvo los agentes autorizados. Un particular, por ejemplo, no puede poner una denuncia, ni ver cómo va el trámite de una licencia de obras. Hay unidades muy importantes allí, pero está cerrado a cal y canto", dijo.
Ante esta situación, el grupo del PNV ha interpelado al alcalde, Juan Karlos Izagirre, para que explique si el Ejecutivo local va a dar algún tipo de solución a los problemas "operativos, logísticos, económicos y de atención a los ciudadanos" que genera la "provisionalidad" que arrastran estas instalaciones desde hace seis años. En teoría, el objetivo era que en 2010 se hubiera logrado una solución, pero "la interinidad sigue en 2012".
Ibabe, que recordó que esta situación "está enquistada" desde la legislatura anterior, señaló que se trata de una "gran contradicción" que la sede más importante de la Guardia Municipal no cuente con dependencias para atender a la ciudadanía, "algo que debería ser la principal prioridad de un cuerpo como este". "La prolongación de esta provisionalidad supone una serie de cortapisas a la hora de desarrollar la actividad de la Policía Municipal por lo que es preciso buscar una solución adecuada y definitiva. En estos momentos, la sede del Antiguo no tiene las condiciones para realizar un trabajo eficaz", añadió.
1,2 millones de euros Por otra parte, el edil subrayó que desde el punto de vista económico es también "inaceptable". El alquiler de este local cuesta al Ayuntamiento 200.000 euros al año, lo que se traduce en que desde 2006 se han destinado 1,2 millones de euros. "A lo que hay que sumar lo que costó el acondicionamiento de las instalaciones", apuntó.
El PNV aseguró que la responsabilidad "es de Bildu" y exigió que el Gobierno municipal ofrezca una alternativa. "Hace tiempo se habló de una parcela en Illunbe y también de la Fábrica del Gas: opciones ha habido varias, pero el Ejecutivo de Bildu no ha aportado nada. Además, la jefatura de la Policía ha manifestado esto por activa y por pasiva y habría que optimizar recursos en una situación de aumento de actos delictivos", finalizó Ibabe.