"El restaurante Kaia-Kaipe de Getaria es toda nuestra vida y a pesar de estar jubilados seguimos ayudando"
Compartir con ellos un desayuno con bizcochos caseros es suficiente para conocer el éxito del restaurante Kaia-Kaipe de Getaria. El trato cercano y la simpatía de María Rosa Larrañaga (Getaria, 1941) y Andoni Arregui (Getaria, 1934) han hecho que este establecimiento llegue a las bodas de oro
getaria. Kaia-Kaipe acaba de cumplir 50 años. ¿Cómo surgió este establecimiento getariarra?
María Rosa Larrañaga: La historia de Kaia se inicia un 15 de septiembre de 1962. Ignacio Larrañaga, mi padre, dejó su trabajo de conductor de autobús y decidió abrir el bar con mi madre, María Arruti. Alquilaron la primera planta de un antiguo edificio situado delante de la iglesia parroquial (el actual Kaia). Empecé a trabajar con mis padres y con mis dos hermanos en el negocio.
¿Cómo recuerda esos inicios?
M.R.L: Ofrecíamos principalmente cazuelitas, banderillas, besugo y merluza preparados por mi ama. Era una cocinera muy buena y preparaba una comida muy rica. Se trabajaba mucho. Cuando Andoni y yo nos casamos, en el año 1968, ya solamente lo pusimos como restaurante.
Y, ¿cuándo surgió Kaipe?
Andoni Arregui: Cogimos la parte de abajo del edificio en 1972 y con otro carácter, el de asador. Así, en la parte de arriba, Kaia teníamos el restaurante con la carta más amplia y abajo, en Kaipe, ofrecíamos platos más accesibles y con parrilla. Kaipe fue uno de los primeros restaurantes en hacer determinados pescados a la parrilla, como el cogote de merluza, y en asar la pieza entera sin trocear y con piel.
M.R.L: Nuestra intención era que la gente que venía a la playa, por ejemplo, comiera algo rápido. Por eso le dimos otro estilo a Kaipe, pero con la misma calidad. En 1974 empezamos a dirigir el restaurante entre Andoni y yo, porque mi hermano se marchó a trabajar al banco y mi hermana abrió el restaurante Etxe-Ona en Zumaia.
¿Cómo fue ese comienzo solos?
M.R.L: Teníamos experiencia de diez años, pero fue un poco duro quedarnos solos. Aunque lo hemos llevado bien. Andoni se dedicaba a traer el pescado y el marisco y yo estaba en la cocina y en el restaurante. Los tiempos cambian y creemos que hemos sabido ir evolucionando. En 1990 reformamos todo el restaurante. Ahora, Kaia-Kaipe lo dirigen Igor, nuestro hijo y su mujer Lidia.
¿Cuál es la especialidad de Kaia-Kaipe en la actualidad?
A.A.: Lo importante de aquí siempre ha sido el pescado y el marisco. Tenemos viveros propios con agua que entra directamente del mar. La vida nos ha enseñado cómo hay que ir adaptándose y a hacer las cosas.
M.R.L.: Tenemos cigalas vivas, camarones, bogavantes, langostas, salmonetes, cabrachos... Utilizamos mucho la parrilla. Además, ahora hemos sacado un nuevo plato, hongos a la plancha, que ha gustado mucho y también preparamos txangurro al horno. Asimismo, todos los postres que hacemos son caseros y tenemos una bodega con buenos vinos. Andoni es aficionado y colecciona vinos desde hace mucho. En la bodega hay 40.000 botellas de todas partes del mundo. La más antigua, de 1885.
Han publicado el libro 'Kaia-Kaipe 1962-2012, 50 años de cocina tradicional', con motivo del aniversario. ¿Qué cuenta?
M.R.L.: Cuenta la historia del restaurante en el apartado Del bar de cazuelitas a la Q de calidad y también guarda testimonios donde han colaborado parientes, vecinos, amigos, trabajadores, clientes, colegas y proveedores, a los que agradecemos mucho el apoyo. Asimismo, hemos incluido fotografías antiguas y actuales y curiosidades como la visita de personalidades del Zinemaldia como Charlton Heston o Anjelica Huston.
Están jubilados, pero siguen viniendo aquí todos los días...
M.R.L. y A.A: Estamos muy contentos porque nuestros familiares siguen con el negocio. Además, nos gusta seguir ayudando en todo lo que podemos y por eso seguimos viniendo. Kaia-Kaipe es toda nuestra vida.
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