"GNETARIARRAK / zarauztarrak txoruak, balia hiltzera, arpoi amots-amots, harriari sartzera (Getariarras / zarauztarras están locos, van a matar a la ballena con un arpón corto que acaba clavado en la piedra). Se trata de una canción que recordarán muchos vecinos de las dos localidades de Urola Kosta y que utilizaban para tomar el pelo a los críos. Algo que refleja un pique que aún algunos mantienen y que surgió en 1878, cuando se cazó la última ballena de modo tradicional en Zarautz, con chalupas y arpones. El suceso trajo discusiones en el reparto del animal, llegando a pudrirse y perderse. Desde entonces han seguido llegando ballenas a Zarautz, aunque en su mayoría cachalotes muertos. El último hace casi un año. Un acontecimiento que dejó boquiabiertos a los bañistas.

La relación que ha tenido la villa con este animal y la historia marítima han sido la excusa para crear la exposición Zarautz eta balea (Zarautz y la ballena) en el nuevo espacio cultural Sortaldea del Malecón y que se podrá visitar durante todo el verano. El historiador zarauztarra Xabier Alberdi ha sido el encargado de preparar todo el material, a petición del colegio Orokieta, con motivo de la fiesta de la Escuela Pública Vasca celebrada en junio y que tenía como símbolo una ballena. Alberdi realizó su tesis doctoral sobre la historia de la economía marítima en Gipuzkoa y hoy en día sigue investigando al respecto, porque es un tema que le apasiona.

El historiador explica que el origen de las villas como Zarautz, Getaria, Orio o Zumaia está unido a la pesca de la ballena: "Aunque tengamos yacimientos de la época romana, en la organización municipal de las aldeas que desemboca en la creación de las villas, el elemento económico fundamental era la caza de la ballena. En Europa durante siglos los vascos serán los únicos que van a cazar cetáceos. Son los que tienen los pozos petrolíferos, ya que los productos que daba este animal eran los que hoy en día se obtienen del petróleo".

temas unidos con versos de 1878

Únicos en el negocio del jabón

La grasa de la ballena se utilizaba, sobre todo, para hacer jabón y hasta el siglo XVII, los vascos eran los únicos en este negocio. "Financió la organización de las villas. Por ello, no es de extrañar que muchas tengan en su escudo una ballena como reconocimiento. Como en el caso de Zarautz", detalla.

La exposición Zarautz eta balea está dividida en diferentes temas explicados a través de paneles y material que abordan los aspectos de la caza. Alberdi ha tomado como hilo conductor los versos dedicados a la última ballena capturada de modo tradicional y que realizó el popular marinero Roke Etxabe en 1878. Etxabe fue el zarauztarra que lanzó el primer arpón al cetáceo, cuyo esqueleto se guarda en el Aquarium de Donostia, en la actualidad. Así, la tecnología usada para capturar al animal, como las chalupas balleneras y el arpón tienen gran relevancia en la muestra, porque fueron desarrolladas por los vascos en la época medieval.

Los paneles también explican cómo preocupaba la creación de las compañías a los arrantzales: "La caza de la ballena no era trabajo de una sola embarcación. Se formaban compañías de distintas embarcaciones para cazar. Y de ahí surgían los enfados a la hora de repartir. No se formaba la compañía con cualquiera. Se fijaban en que fuese buen arponero y tuviese una buena tripulación. Se buscaba a personas de palabra, para evitar disputas en el reparto. Son elementos que hoy en día se nos escapan y en aquella época eran fundamentales".

Aunque no se dedicaban únicamente a pescar. "Hoy en día somos historiadores, periodistas, albañiles... tenemos un oficio. En esa época no era así. Los pescadores al mismo tiempo trabajaban en tierra. Compaginaban este trabajo con ser jardinero o tejedor, por ejemplo", detalla. Además, tenían que pagar impuestos al Ayuntamiento y a la Iglesia por la caza de la ballena. En este sentido, en la exposición de Sortaldea se contemplan ordenanzas municipales de 1637 que regulaban la caza o un contrato de construcción de chalupas balleneras en Zarautz. De la misma manera, un documento de 1716 de la ermita de Santa Barbara demuestra cómo los marineros debían entregar una parte de la tripa del animal a la iglesia.

pique entre zarautz y getaria

De actividad a mito

El pique entre Zarautz y Getaria también tiene su cabida en la muestra. "La ballena capturada en 1878 murió en la zona de Mollarri. Aunque no se sabe exactamente dónde apareció, intervinieron en la caza pescadores de Mutriku, Orio, Zarautz y Getaria", indica Alberdi. "Aquel suceso fue la gota que colmó el vaso en la tensa relación entre Zarautz y Getaria, ya que en la Guerra Carlista las dos villas lucharon en diferentes bandos y ya existía la rivalidad. Tras capturar la ballena, comenzaron con el pleito y se les pudrió el animal. Donostia compró los huesos. Ya olían que era el final de una época", añade. El esqueleto se encuentra en la capital, pero los arpones y lanzas utilizados para cazarla se guardan en Getaria y la sociedad Arkaitz-Mendi de Zarautz conserva sus barbas. Estos materiales también están expuestos en el espacio del Malecón.

Aquella captura ocurrió en un momento en el que el mundo antiguo del País Vasco se derrumbaba. La eliminación de los fueros en 1876 acabó con una manera de autogobernarse que venía desde siglos atrás y a partir de ahí se mitifica la caza de la ballena. "Al principio del siglo XIX hay un cambio radical en la economía vasca, con la llegada de la industrialización. Así, el mar deja de ser el principal motor. De hecho, en 1901 se mató la famosa ballena de Orio con dinamita. La técnica tradicional ya se había perdido en pocos años", detalla.

La exposición finaliza con un álbum con recortes de prensa de 1978, año del centenario de la última caza tradicional. El Ayuntamiento aprovechó el aniversario para recuperar el antiguo escudo, con la figura de la ballena. La muestra cuenta asimismo con una acuarela del pintor Mendi del cachalote que apareció el año pasado. "Muchas veces se nos olvida que hay vida en esa gran piscina humanizada y es curioso cómo vivimos de espaldas a la historia marítima", concluye Alberdi.