hondarribia. Iñaki Sagarzazu se encontraba ayer en el puesto de la Cruz Roja en la playa de Hondarribia, que iniciaba justamente la temporada de verano. La mañana fue bastante ajetreada, para tener todo a punto, colocar el material y empezar a prestar el servicio sanitario de cada verano. Sobre él y otras cosas charlamos con el presidente de la Cruz Roja en Hondarribia.

¿Qué novedades presenta este año la temporada de playa, en lo que concierne a su actividad?

La dinámica, en cuanto al horario y demás del servicio, va a ser similar. La única novedad importante es que este año el Ayuntamiento ha decidido no instalar el gabarrón que había en el agua. Para nosotros, en cuanto a la vigilancia y el socorrismo, supone un pequeño alivio, aunque algunos usuarios no estarán conformes. El gabarrón, como ocurre en muchas otras playas, era uno de los puntos a vigilar todos los veranos, porque había caídas, heridas y otros incidentes. En este sentido, vamos a estar un poquito más tranquilos sin él.

¿Cuál es el despliegue técnico y humano para el servicio de la playa este verano?

Tendremos una plantilla de ocho personas en nómina cada día, formada por seis socorristas, una enfermera y un responsable de playas. Además, están los voluntarios, cuya ayuda es fundamental para dar un servicio como este, sobre todo en días de mucho calor, cuando hay galerna o jornadas de gran afluencia, como las regatas de traineras. Hay unos 20 o 25 de nuestros voluntarios que, unos durante más horas a la semana, otros durante menos, vienen y colaboran en el servicio de playa. Su ayuda es fundamental y sin ellos no podríamos hacer las cosas como las hacemos.

¿Cómo seleccionan a los socorristas que trabajan a sueldo?¿Tienen mucha demanda para esas plazas?

Hacemos unos exámenes teórico-prácticos y unas pruebas físicas y en el agua, naturalmente. No ocurre como en otras playas, que cada verano se presentan decenas o centenares de personas para las plazas de socorrismo. En nuestro caso, nuestro objetivo es que esta tarea la hagan quienes ya colaboran con Cruz Roja como voluntarios a lo largo del año. Las pruebas de selección son siempre rigurosas y exigentes, pero tenemos en cuenta también algunos méritos que no son los estrictamente exigidos, como tener el título de buceador profesional o el de patrón de embarcaciones.

¿Es la de Hondarribia una playa especialmente insegura o problemática, en cuanto a incidentes en el agua?¿Cómo es la actitud de los bañistas ante sus indicaciones?

La de Hondarribia siempre ha sido una playa familiar y tranquila, a la que la gente viene a disfrutar. No solemos tener grandes incidencias, pero el peligro precisamente es ése, que mucha gente se confía demasiado y luego a veces tenemos sustos. Es verdad que la playa, en cuanto a la incidencia del oleaje y las corrientes, cambió mucho cuando se hizo el puerto deportivo y se adelantó el arenal a donde hoy está. Es algo más problemática que entonces, pero en ningún caso es tan delicada como otras playas guipuzcoanas, como la Zurriola en Donostia o la de Zarautz. En cuanto a actitudes, suele haber de todo, como en todas partes. Pero la gente debe saber que las indicaciones y advertencias se dan por algo.

¿Es mayor el número de incidencias de salvamento marítimo de embarcaciones en verano?

Sin duda, porque aunque en invierno las condiciones de mar y meteorológicas son siempre peores, en verano, si salen a navegar 200 embarcaciones, frente a 40 o 50 que lo hagan en otras épocas del año, siempre hay más probabilidades de que pasen cosas. Además, hay gente en las calas de Jaizkibel y de vez en cuando también hay alguna incidencia por allí.

¿En lo que respecta a la playa, cuáles son las incidencias más frecuentes a lo largo del verano?

Sobre todo la asistencia sanitaria, con cortes y heridas que se producen tanto en la arena como en el agua o en las zonas de rocas del espigón y del muro de Iterlimen. También están las picaduras de sabirones y, en su momento, cuando llegan, los problemas con las medusas. Y claro, con el calor, no faltan las lipotimias. No estamos en una playa que podamos considerar delicada en cuanto a la seguridad en el agua, pero trabajo no falta.

¿Qué otros servicios presta la Cruz Roja a lo largo del año y también en verano desde su puesto en el arenal hondarribiarra?

Nuestra principal actividad a lo largo del año es el servicio de ambulancia coordinado por el 112, además del salvamento marítimo, que se presta todo el año, y del servicio de vigilancia de la playa en verano. Además, contamos con un grupo de salvamento de montaña, preparado para ayudar en caso de emergencias de este tipo. Y en la playa, tenemos otro servicio que prestamos de forma autónoma desde hace 15 años, el baño adaptado con silla y muletas anfibias para las personas con minusvalías. Para usarlo, basta con llamar y reservar hora en el 672609614. La persona tiene que venir hasta la playa y aquí, le prestamos el servicio. No es muy conocido pero creo que los usuarios lo aprecian, incluso hay grupos que vienen cada año de otras localidades.

¿Cree que los usuarios están satisfechos con la calidad del servicio que prestan en playa?

Tenemos esa percepción y también lo dicen las encuestas de calidad que hacemos a quienes acuden a nosotros. Pero vuelvo a decir que sin los voluntarios no podríamos hacerlo igual de bien.