EL entorno de San Juan-Etxeandia, en el corazón de Irun, lleva dos años y medio en obras. Pero seguro que en ninguno de todos esos días se había parado tanta gente a observar los trabajos, como en la mañana de ayer.
Sobre las 7.30 horas operarios de la empresa Acciona Infraestructuras iniciaron las tareas para derribar el edificio conocido como La Bixera, por el voladizo que tanto lo caracterizaba y lo hacía singular.
Hora y media después, una excavadora armada de una piqueta empezó a derruir la vieja construcción, cuyos últimos inquilinos, comercios como Bakailuak o el bar Aranaztarra, habían sido desalojados hace más de un año.
Durante la tarde aconteció un leve percance: La máquina encargada de la demolición tuvo un accidente sin consecuencias. Los técnicos de la obra explicaron que "en un momento dado, la excavadora pisó una zona de vacío y se deslizó, volcando parcialmente" y la cabina "sufrió la rotura de un cristal pero el operario que la manipulaba resultó ileso ".
Numerosos ciudadanos, algunos de paso y otros venidos expresamente para ello, observaron el trabajo de las máquinas durante el día.
para todos los gustos
Entre pena y nostalgia
Las opiniones de quienes miraban cómo La Bixera empezaba a ser historia oscilaron entre la pena de algunos, la nostalgia de otros y el alivio de otros pocos.
"Recuerdo cuando lo construyeron. Hubo que tirar el viejo mercado y se construyó La Bixera. Me acuerdo también que al lado había otros edificios que configuraban lo que entonces fue la calle General Freire, que era punto de giro del tranvía, como luego mucho después fue también parada de los autobuses Irun-Hondarribia", afirmó un irundarra de 82 años que asistió al derribo.
"En General Freire había algunas tiendas, como la de las hermanas Elgueta, que tenían un comercio de tejidos. Se encerraron en la tienda cuando en los años 50 decidieron tirar su edificio para reconstruir toda la zona. Y mira, todavía estamos en estas y la zona sigue igual", dijo otro ciudadano.
"Me acuerdo bien de cuando lo hicieron, para realojar a los comerciantes tras el incendio y la Guerra Civil. La verdad es que no me da pena que la tiren, porque La Bixera estaba muy deteriorada desde hace años y ahí está el proyecto de hacer un auditorio en este lugar. Me parece más importante eso que preservar este edificio", señaló José Ramón, de 88 años de edad.
La opinión de esta persona mayor, de la que se podría presuponer que tendría, por edad, más apego a lo que fue La Bixera, contrastaba con la de alguien mucho más joven, como Miguel Ángel Marcos, de 36 años.
"Un amigo que vive aquí en frente me ha enviado la foto de cuando empezaba el derribo a primera hora, con el mensaje que decía Irun se muere, y tiene toda la razón", afirmó este joven, con nostalgia y pena.
"Se tenía que haber hecho una reforma de La Bixera hace años, un buen lavado de cara que hubiera preservado el edificio de la degradación y que lo hubiera hecho perdurar, de forma mucho más que digna, durante muchos años más", dijo Marcos mientras se afanaba en captar el derribo con su teléfono móvil, al igual que hicieron decenas de ciudadanos durante toda la mañana.
"Con La Bixera se nos va un pedazo de vida de esta ciudad, el recuerdo del autobús, de cuando quedabas con los amigos para ir a la playa. Quién no ha parado aquí alguna vez. A mí me da muchísima pena y rabia que la tiren", concluyó Marcos.
"Soy riojana de nacimiento pero me crié y viví en Irun muchos años, antes de trasladarme a vivir a Donostia. Ayer me enteré de que hoy tiraban La Bixera y he venido expresamente desde allí para verlo", señaló María Luisa González, de 64 años.
"Me da muchísima pena que lo tiren, porque es un edificio que he conocido desde pequeña. Quizá no fuera estéticamente bonito, pero tiene un grandísimo valor sentimental, porque La Bixera era un punto de encuentro y aquí veníamos a comprar también; ojalá hubieran mantenido el edificio como es debido", apuntó esta mujer. "Los tiempos avanzan y espero que un día se pueda hacer el auditorio aquí y que en él, haya algún elemento o un guiño a lo que fue La Bixera", concluyó.
futuro auditorio
De momento, zona verde
Las labores de derribo de La Bixera se prolongarán algunos días más. Además, los operarios se afanaron ayer en derribar de la forma más delicada posible la estructura con dos arcos que la coronaba, la que antiguamente albergaba un gran reloj. El propio Consistorio adelantó la pasada semana que se iba a "preservar un elemento singular" del edificio para quizá, en un futuro, colocarlo en algún lugar o exponerlo en un museo de Irun, si alguna vez se llega a construir.
El solar está destinado al futuro auditorio de San Juan-Etxeandia, cuyo proyecto ya está redactado pero no se puede acometer por ahora por su alto coste, y menos en tiempos de crisis y apreturas presupuestarias. Entre tanto, se acondicionará la zona a modo de espacio verde y contará también con un punto de giro para los autobuses. Se desconoce cuánto tiempo pasará hasta que en el lugar de la entrañable Bixera se construya el nuevo y moderno edificio.