EL elgoibartarra Vicente Guinea (61 años) es socio y trabajador de la empresa eibarresa Laurona (dedicada a la fabricación de escopetas) y desarrolla su jornada laboral de 6.00 a 14.00 horas. Por ese motivo, tiene el privilegio de poder dedicar "muchas tardes" a sus dos grandes aficiones: la fotografía y los paseos por la montaña.

Precisamente, fue durante una de esas caminatas vespertinas cuando este ciudadano se topó con un haya que llamó poderosamente su atención "por su indudable parecido al busto de un ciervo".

Estaba caminando por el cordal de Karakate, "en el trayecto que discurre entre las cimas de Atxolin e Irukurutzeta" cuando se encontró con la citada figura; sacó su cámara fotográfica y decidió inmortalizar la imagen.

Sin ser consciente de ello, aquella fotografía del árbol con forma de ciervo tomada "hace unos quince años" (puede verse en la parte superior derecha de esta página) supuso un punto de inflexión en el tiempo de ocio de Vicente Guinea, que a partir de ese momento se propuso encontrar y fotografiar el mayor número posible de árboles con forma de algún animal.

Desde entonces Guinea ha retratado "unos 120 árboles, la mayoría hayas" en los que es posible identificar unas figuras que, a propuesta de su mujer, ha bautizado como animárboles. Ni qué decir tiene que para obtener todas esas imágenes el ciudadano que protagoniza este reportaje ha tenido que invertir "un montón de horas caminando en medio de los bosques"; algo que le apasiona y con lo que disfruta especialmente "porque me relaja muchísimo".

Además, el propio Vicente reconoce que a algunos de esos bosques ha acudido "hasta diez veces, porque para obtener una buena foto de uno de estos animárboles no es suficiente con localizarlo, sino que también hay que encontrar el momento en el que la luz sea la adecuada".

En este sentido, constata que el resultado de la foto "varía mucho en función de las condiciones de luz que haya en cada momento".

Incluso, afirma haber visitado algunos de los árboles que ha fotografiado "años después de obtener la primera imagen" y, para su sorpresa, "más de uno ha cambiado totalmente".

La localización

Karakate, Artikutza, Izarraitz...

Vicente Guinea se aficionó a la fotografía "hace unas tres décadas", animado por su cuñado Antonio Loyola, que "tenía un pequeño laboratorio para el revelado fotográfico" y le "metió el gusanillo".

Desde entonces y, sobre todo, desde que descubrió los animárboles, Vicente acostumbra a caminar por la montaña acompañado de su cámara fotográfica. De esa forma ha recorrido en numerosas ocasiones los bosques (principalmente hayedos, su gran pasión) "del cordal de Karakate, de la sierra de Izarraitz, de Artikutza, del Gorbea...".

En ellos ha retratado más de un centenar de animárboles; muchos de los cuales pueden verse en un vídeo alojado en la web YouTube (basta introducir la palabra animarbolak para encontrarlo).

Además, se muestra dispuesto a organizar una exposición con esas peculiares fotografías aunque, reconoce, "para ello necesito que alguien me pegue un empujón".