Donostia. La seguridad del edificio consistorial de Donostia volverá en breve a manos de la Guardia Municipal, según acordó la junta de gobierno del pasado viernes. Ello implicará que la actual empresa de seguridad que presta este servicio por las mañanas dejará de hacerlo en cuanto finalice el contrato en vigor y no se contratará a otra, como estaba previsto por el anterior Gobierno municipal.

Fuentes municipales explicaron a este diario que la decisión de retirar los agentes de seguridad del vestíbulo del ayuntamiento no obedece a la nueva situación de cese de la actividad de ETA sino al deseo del Ejecutivo de Bildu de evitar todo lo posible la externalización de los servicios, tal y como prometió en su campaña electoral. Por ello, "en semanas o, como mucho tardar, el 1 de enero", la actual firma de seguridad privada dejará de prestar sus servicios y no será sustituida. La decisión del viernes obedece a "razones de interés público", según el documento aprobado por el Ejecutivo local.

En este caso, la supresión de la subcontratación llega también de la mano de la necesidad de ahorrar. A pesar de ello, Bildu no retirará la seguridad, como ha sucedido en otros municipios de menor tamaño, y seguirán funcionando tanto el arco como el escáner. La posibilidad de eliminar este servicio se estudiará "en su momento", según manifestó el Gobierno municipal.

El ahorro económico que conllevará la medida será de unos 52.000 euros al año, que es la cantidad inicialmente destinada a esta tarea.

Desde hace una quincena de años, el recibidor del edificio de Igentea acoge un arco de seguridad para evitar que cualquier persona puede llevar artefactos explosivos o armas y garantizar así la seguridad de los concejales amenazados así como la de los empleados municipales, que, en ocasiones, también pueden tener conflictos con ciudadanos alterados.

Temor de los empleados En su momento, la colocación del arco magnético provocó una protesta de los funcionarios municipales, que temían que la emisión de ondas fuera perjudicial para su salud. Finalmente, los trabajadores lograron poder pasar por una puerta aparte mientras que solo las visitas inhabituales atraviesan el aparato de rayos que detecta elementos metálicos dentro de los bolsos y otros objetos que pueden parecer peligrosos.

El control del arco, así como el acceso de las personas, ha sido llevado a cabo por los agentes de una empresa privada por las mañanas, mientras que, por las tardes, la tarea ha recaído en agentes de la Guardia Municipal.

Con la nueva decisión, agentes de la Policía Municipal ocuparán en todo momento este paso. De hecho, el Ayuntamiento estudia destinar a los policías de mayor edad a esta tarea, haciendo caso así a una de las reivindicaciones sindicales de la Guardia Municipal, que consiste en reservar tareas más tranquilas a los agentes que, por edad o problemas físicos, no son los más indicados para patrullar.

Antes de la colocación del arco de seguridad en el ayuntamiento de Donostia, el edificio contaba en todo momento con agentes municipales que lo controlaban. Incluso, había un jefe de seguridad -policía municipal- que residía en un piso habilitado en la casa consistorial, por lo que podía actuar con rapidez en caso de emergencia.