"Me han sorprendido la ilusión y las ganas de la gente en los talleres que impartimos en el museo Balenciaga"
El sábado arrancarán de nuevo los talleres didácticos que se impartieron en verano en el Museo Balenciaga de Getaria, con éxito de público. Virginia Ameztoy (1972, Donostia) es la encargada de sumergir a los participantes en el mundo de la artesanía textil, algo que le apasiona
getaria. Es hija del famoso pintor Vicente Ameztoy, quien siempre le decía que "quien no arriesga, no gana". Por ello, siguiendo el consejo de su aita, con 19 años viajó a Londres, donde permaneció diez años y se licenció en Diseño, Serigrafía Textil y Artes Decorativas en Middlesex University. Este verano, además, hizo realidad una de sus ilusiones: poder impartir talleres didácticos en el Museo Balenciaga. Desde pequeña ha oído hablar sobre el modisto en casa, al que considera un personaje "admirable y maravilloso".
¿Cómo se sumergió en el mundo de la artesanía textil?
Lo he mamado desde niña en casa, por el aita y los viajes que hacíamos, por ejemplo, a Marruecos. Siempre hemos tenido afición por comprar telas de todas partes. Además, leía libros y mi abuelo y mi tío estuvieron asociados con Balenciaga, estampando pañuelos de seda en la fábrica de tejidos Subijana de Villabona.
Habría oído hablar mucho del famoso modisto en casa...
Sí. Al aita le oí toda la vida hablando de Balenciaga. Era un personaje que él admiraba muchísimo y siempre me contaba muchas anécdotas. Su carácter le impresionaba mucho. Mi aita también tenía un sentido de la estética elegante que me transmitió y que considero muy valioso. Me daba libertad y al ver mis trabajos me decía lo bueno y lo malo. Siempre me aconsejaba que me arriesgara. "Quien no arriesga, no gana", decía.
Se ha dedicado mucho a la serigrafía. ¿Cómo empezó todo?
Con 16 años me apunté a un taller en Arteleku con el artista Manolo Bello y me gustó mucho. Luego, con 19 años, decidí irme a estudiar a Londres. Allí descubrí que había una rama de Bellas Artes especializada en textil, donde te enseñaban todo el proceso: desde hacer un diseño en papel, hasta pasarlo a la tela, seleccionar los tejidos, teñirlos, estamparlos... Además, aunque te enseñaran una técnica muy tradicional, tus proyectos debían ser lo más modernos posibles. Estuve diez años en Inglaterra. Las escuelas eran una maravilla y animaría a la gente que está estudiando aquí a irse fuera algún año.
¿Hay algún trabajo que le hayan encargado que recuerde de manera especial?
El Koldo Mitxelena de Donostia me pidió un encargo muy bonito para conmemorar los 100 años de la muerte del escritor irlandés Oscar Wilde. Hice cinco telas de cinco metros cada una. Me dieron total libertad para crearlo y como Oscar Wilde era muy aficionado a los tejidos y los describía en sus libros a la perfección, me inspiró. Entonces vivía en Londres y había una exposición sobre los objetos personales del escritor y acudí para coger ideas. Son telas en las que hay estampadas imágenes y frases del famoso autor en euskera, castellano, inglés y francés.
Fue usted la que propuso al Museo Balenciaga ofrecer talleres didácticos para niños y adultos. ¿Cómo fue la experiencia en verano?
Hacía tiempo que tenía la ilusión de impartir estos talleres en el museo y la experiencia ha sido muy buena. Fue un riesgo que funcionó. Impartí talleres de tres horas con cada grupo para crear pañuelos y sombreros. Me lo pasé muy bien viendo trabajar a la gente y me sorprendió la ilusión y las ganas que traían. Hay quien incluso vino a todas las sesiones.
El próximo puente arrancarán de nuevo con los talleres. ¿Qué ofrecerán?
El primero se desarrollará el sábado, de 10.30 a 13.30 horas y niños y familias aprenderán a trabajar con fieltro en un nivel básico. Tras la experiencia del verano, hemos dividido los talleres en diferentes niveles: básico y avanzado. En el nivel avanzado daré un taller sobre la técnica japonesa nuno-felt, que consiste en fusionar el fieltro con telas o encajes. También haremos un taller de reciclaje en diciembre y cada uno tendrá que traer algo de casa. Las sesiones se impartirán hasta el 3 de enero, todos los fines de semana y festivos. Para apuntarse se debe llamar al museo, al número 934 008 840.
¿Suele explicar la obra del modisto?
Sí, y animo a los participantes a que visiten el museo y cojan ideas. Sobre todo hablamos de la naturaleza de los tejidos. Balenciaga tenía un gusto y una estética muy sofisticada y admirable. Siendo de un pueblo pequeño como Getaria, me parece increíble que consiguiera llevar su pasión hasta donde la llevó. Creo que tienes que estar hecho de algo especial. Rompió con lo que estaba establecido de una manera muy maravillosa y que enamoró a las mujeres de la época.
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