Donostia La Diputación de Gipuzkoa ha suprimido el contrato previsto para la redacción del proyecto de trazado dirigido a suprimir el viaducto donostiarra de Carlos I, al entender que es un trabajo que pueden hacer los propios técnicos forales y que requiere además un estudio de alternativas previo.
"No es una paralización sino una supresión total de contrato", remarcó ayer la portavoz foral, Larraitz Ugarte, quien criticó la costumbre de anteriores gobiernos forales de contratar en el exterior "todos los trabajos, incluso los que se podían hacer en casa" y advirtió de que eso "va a cambiar".
La redacción del proyecto, anunciada por el anterior Gobierno foral (PNV-Hamaikabat) y suprimida ahora por Bildu, contaba con un presupuesto de 480.000 euros y un plazo de ejecución de ocho meses, aunque no había comenzado todavía, con lo que, según Ugarte, no habrá que indemnizar a la empresa adjudicataria y se producirá un ahorro.
Se preveía que el documento planteara un nuevo acceso a Donostia desde la ladera de Errondo, por detrás del frontón Atano III, además de incluir un estudio para conocer si sería viable mantener la salida de la ciudad a través de Carlos I, retirando el viaducto y reduciendo la altura del túnel.
"Todos estamos a favor de quitar Carlos I, pero hay que estudiar alternativas" al viaducto, enfatizó Ugarte, quien citó, por ejemplo, las planteadas por hospitales o creando un nuevo acceso directo por Marrutxipi al barrio de Intxaurrondo. Insistió, no obstante, en que se encuentran en la "fase de las ideas" y que habrá que hacer numerosas pruebas piloto para arreglar un "problema muy antiguo" cuya solución deberá tener en cuenta también la "capacidad económica de la propia Diputación", algo que, según comentó, ya saben los vecinos afectados.
no antes de 2016 La decisión de la nueva Diputación de Gipuzkoa podría suponer un nuevo retraso en la promesa de las instituciones para eliminar el viaducto. De hecho, tras varios años de estudios y debates, en julio del pasado año, la entidad foral y el Ayuntamiento de Donostia, acordaron poner en marcha una de las alternativas estudiadas y calcularon que las obras efectivas no tendrían lugar antes de 2016. Ahora, la decisión de la Diputación y la crisis económica, vuelven a dejar si fecha el deseo de los amaratarras.
El plan elegido por la Diputación liderada por Markel Olano (PNV) y el consistorio dirigido por Odón Elorza (PSE) preveía derribar el viaducto de Carlos I cuando el Topo hubiera sido soterrado a su paso por el paseo de Errondo.
La supresión del polémico tramo de carretera por la mitad de Amara quedó plasmada en un convenio suscrito entre el consejero de Transportes del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola, el anterior diputado foral de Infraestructuras Viarias y actual portavoz jeltzale, Eneko Goia, y el exalcalde de Donostia. El acuerdo dividía el trabajo de cada una de las tres entidades implicadas en la reforma.
En la anterior legislatura, la Diputación preveía invertir 30 millones de euros para suprimir el viaducto. El nuevo acceso a Amara llegaría por el Velódromo, pegado a la ladera del monte por detrás del frontón y hasta el paseo de Errondo. La salida del barrio sería una conexión con el nuevo vial Amara-Hospitales. Esta alternativa, ahora, será estudiada de nuevo.