Donostia. La lámina de agua que se encuentra entre el puente del barrio donostiarra de Loiola y el de Santa Catalina descendió en calidad en 2010, con respecto al ejercicio anterior. Así lo explicaron ayer los responsables de la Fundación Cristina Enea, en la presentación del Informe Anual de Sostenibilidad de Donostia, en el que el Observatorio de la Sostenibilidad de Donostiaha recogido los datos más relevantes en esta materia.
En una rueda de prensa en la que participaron en director de la fundación, Txema Hernández, y el director técnico del Observatorio de la Sostenibilidad, Manu González, comentaron los detalles sobre los diferentes indicadores en los que se han basado a la hora de llevar a cabo el informe del pasado año.
Los responsables apuntaron que, en general, ha podido apreciarse una "creciente mejoría" en las aguas del río Urumea, pero reconocieron que "las analíticas realizadas en la zona media del río, entre los puentes de Loiola y Santa Catalina, muestran que persisten descensos en la calidad de esta agua". Hernández describió los datos obtenidos como "preocupantes, malos o poco satisfactorios". Hasta ahora, la calidad del agua a la altura del segundo puente de Donostia era calificada como "muy buena", pero el pasado año bajó a "buena", mientras que en Loiola se mantuvo la calificación de "deficiente".
Hernández indicó que durante 2010 se ejecutaron sobre el Urumea la construcción tanto del puente Lehendakari José Antonio Aguirre y el de la Real Sociedad, obras que han podido afectar a la biodiversidad de esta zona del río. Asimismo, el responsable del Observatorio de Sostenibilidad agregó que otro tipos de vertidos también han podido llevar al descenso en la calidad del agua. Todo ello podría haber llevado al enturbiamiento del caudal, motivo del descenso de la calidad.
El director de la Fundación Cristina Enea quiso aclarar que cuando se habla de la calidad del agua no se habla de "cantidad de contaminantes, sino de cantidad de vida". "(Las mediciones) no indican la cantidad de contaminantes químicos, sino la capacidad de generar vida y regenerarse", relató, y agregó que "puede ocurrir que las aguas estén o muy contaminadas o muy turbias". Indicó que la turbiedad del agua dificulta la luz que algunos seres necesitan para vivir, por lo que puede descender el índice de calidad. "Lo que hay es una incapacidad para generar vida en esos tramos, que luego sí se recupera en la zona más cercana al mar", concluyó.
movilidad En cuanto a los indicadores que arrojan mejores resultados, Hernández destacó la categoría de Movilidad. En este sentido, explicó que en 2010 aumentó un 2%, con respecto a 2009, el uso del transporte público. Concretamente, DonostiBus obtuvo el pasado año 29.015.007 usuarios. "Es una tendencia que desde los últimos cinco o seis años se está manteniendo. Cada vez se utiliza más el transporte público", afirmó el director de la fundación.
Por su parte, González insistió que los motivos para un aumento en el uso de este tipo de transporte son muy variados. El director técnico del Observatorio de la Sostenibilidad apuntó al aumento doce kilómetros de vías exclusivas para los autobuses y taxis, la semaforización y las nuevas tecnologías como algunas de las razones que justifican el aumento de este transporte.
En cuanto al uso de la bicicleta como medio habitual, destacó que la usaron un 10% más de donostiarras que en 2009. En el informe presentado se detalla que el pasado año, en el periodo de abril a noviembre, se contabilizaron de media hasta 12.278 desplazamientos diarios.
Al mismo tiempo, apuntaron un descenso en los "índices de motorización". "Es decir, la cantidad de usuarios que poseen coche ha disminuido", aseguró Hernández y se planteó si este dato es consecuencia de una reflexión de los ciudadanos sobre la "no necesidad del uso del vehículo privado" para todo o si es únicamente debido a la crisis y a la recesión económica.
Aun así, González comentó que pese a que ha aumentado el uso de la bicicleta, en la última encuesta realizada a en 2008 a estos usuarios, se reveló que solo el 17% procedían de los vehículos motorizados. Es decir, que solo una quinta parte de los ciclistas de la ciudad han sustituido los motores por la bicicleta.
residuos En cuanto a los residuos de la ciudad, la tasa en 2010 descendió un 4%, "quedándose en 1,29 kilogramos por habitante y día". No obstante, este buen dato cuenta con otra cifra no tan buena. El director de la Fundación Cristina Enea confirmó que la tasa de reciclaje también ha descendido en la capital guipuzcoana. De la cantidad total de residuos generados en 2010 el 32% correspondían a elementos reciclados, mientras que en 2009 se obtuvo un punto más.