Lasarte-oria. ¿Cómo surgió la idea de crear una escuela de rugby?

Cierta gente que jugábamos al rugby en el pueblo y fuera de él nos íbamos retirando por edad, pero seguíamos juntándonos para ver partidos y para hacer algunos viajes. Decisivo fue el 25º aniversario del equipo Beltzak (en 2009), alrededor del cual montamos una exposición de fotos y charlas. Como tuvo muy buena acogida, empezamos a vislumbrar la idea de crear una escuela de rugby para que no se perdiera esta tradición. Nos empezamos a informar en la Federación Guipuzcoana de Rugby, en el Ayuntamiento, y nos pusimos en contacto con el club Ostadar, que fue quien nos acogió y creamos una sección.

¿Cómo fueron sus inicios?

El primer día ya empezamos con 26 chavales, un hecho que nos sorprendió a todos. Poco a poco con el boca a boca el número se ha ido incrementando y andamos con una media de 40 chavales y chavalas de entre ocho y catorce años.

¿Existe una liga en estas edades?

No, lo que hay son concentraciones. Una vez al mes solemos salir con un equipo benjamín, un alevín y otro infantil, éste último compuesto por jugadores de Lasarte y de Zarautz, que están jugando muy bien. Se suelen juntar alrededor de 300 niños.

¿Tienen pensado preparar algo así en el pueblo?

Sí, el 15 de mayo queremos organizar una concentración en categorías benjamín y alevín. Pero tenemos el problema de que en el campo no hay vestuarios suficientes para todos. Aun y todo, nos las arreglaremos para que se vea que en Lasarte hay afición. Haremos bastante ruido para que la gente del pueblo se acerque.

¿Cuándo llevan a cabo las sesiones de entrenamiento?

Entrenamos una vez a la semana, los domingos de 9.00 a 10.30 horas. Todas las escuelas suelen entrenar los domingos. A nosotros esa hora no nos viene mal, pero tampoco hay otra disponible. El campo de Michelin está sobreexplotado. No hay manera de meter más equipos.

¿Qué se debería hacer?

En Lasarte-Oria hace falta otro campo de juego. Lo que no podemos pretender es que los chavales hagan deporte y no tener instalaciones apropiadas. Ostadar presentó un proyecto para un segundo campo y propuso levantarlo en la parte de atrás de Michelin, la que se ha tirado. Pero no se puede porque debe ser zona industrial. Lasarte ha llegado a tener un problema, que en realidad es una bendición: tener a mucha gente que quiere hacer deporte, pero no encuentra sitio.

La falta de espacio no es la única carencia del equipamiento.

El césped es muy antiguo. Ya no se fabrica la hierba artificial con arena porque es un peligro. Los chavales tienen miedo, porque una caída aquí es un rasguño en la piel. En el Ayuntamiento nos dijeron que al césped le queda un año de vida y también nos comentaron que a la hora de poner el nuevo contarían con nuestra opinión.

¿Cómo se presenta el futuro?

Con equipaje nuevo y ganas de hacer muchas cosas. Traeremos monitores más formados y continuaremos con la colaboración en deporte escolar. Intentaremos tener en un plazo de cinco o seis años un equipo competitivo de más edad, pero siempre manteniendo la escuela para que haya regeneración.