La haurreskola de Deba incluirá un acceso desde la calle Astillero y aparcamientos para los padres
La apertura del centro se demorará hasta mediados de febrero para terminar de adecuar el patio exterior
Deba. A pesar de que su apertura estaba prevista para el regreso de las vacaciones navideñas, la nueva haurreskola de Deba no abrirá sus puertas hasta, aproximadamente, "mediados de febrero".
La demora en la apertura del nuevo y esperado equipamiento está motivada "básicamente, por dos razones". Según explica el alcalde de la localidad, Jesús Mari Agirrezabala, "por un lado, la climatología no ha permitido avanzar como se hubiera esperado en las tareas para habilitar el patio exterior de la haurreskola y, por otro, se han introducido diversas mejoras en el proyecto inicial, lo que también implica un pequeño retraso en la culminación del proyecto".
En lo referente a los cambios introducidos, el primer edil destaca "el acondicionamiento de un acceso peatonal más seguro desde la calle Astillero, de tal manera que la entrada a la haurreskola no se haga desde la acera ubicada junto a la travesía de la N-634".
Otra novedad relevante es "la adecuación de un espacio en la plazoleta para que los padres que llevan a los niños a la haurreskola en coche puedan estacionar sus vehículos durante el horario de funcionamiento del servicio".
Una vez delimitado ese espacio para aparcar "los padres podrán dejar el coche junto a la haurreskola al llevar a sus hijos y recogerlos en el mismo sitio una vez finalizadas las horas de clase".
Características La nueva haurreskola de Deba contará con cuatro salas de más de 30 metros cuadrados cada una; con otra sala de 40 metros cuadrados para usos múltiples y con vestuarios para el personal y el alumnado. Las instalaciones se completarán con una cocina, despachos para la dirección y la secretaría y un almacén.
Por otra parte, el nuevo equipamiento tendrá a su disposición una explanada exterior para juegos de aproximadamente 100 metros cuadrados. Ese espacio, situado entre el edificio Ansola y el palacio Agirre, será utilizado para las sesiones de juegos con los menores y contará con un pequeño vallado perimetral, lo que impedirá que los pequeños salgan del recinto y, en consecuencia, mejoren sus condiciones de seguridad.