Beasain podría codearse con los carnavales más reconocidos. Y es que, un año más, la localidad goierritarra se transformó por completo. Con la originalidad como seña de identidad, las y los beasaindarras celebraron este sábado su Día de Disfraces dentro de las Loinatz Jaiak. Es, sin duda, una de las jornadas más esperadas y disfrutadas por las y los vecinos de todas las edades. Porque, al fin y al cabo, ¿a quién no le gusta disfrazarse y pasar un buen rato?
Desde primeras horas del día se notaba en el ambiente que no era una jornada cualquiera. Las calles empezaron a llenarse de grupos de amigos y familias que, como cada año, no fallan a la cita. Lo bonito de esta jornada es que son los propios beasaindarras quienes se transforman, sin vergüenza alguna. Es su día, y se nota.
Objetivo: no pasar desapercibido. Suele haber disfraces de todo tipo, de esos que reflejan que hay mucho trabajo detrás, y otros que son de última hora y más improvisados. Pero ninguno pasa desapercibido.
Este sábado, entre la amplia variedad de disfraces, hubo uno que se dejó ver especialmente: los hinchas de la selección argentina. Camisetas albicelestes, banderas y cánticos invadieron buena parte de las calles.
No faltaron tampoco los aviadores, con sus clásicas chaquetas de cuero y gafas vintage, ni los vikingos, que dieron un aire épico con sus escudos y pieles abundantes. También hubo quienes apostaron por personajes de ficción, como el Genio de Aladdín, disfraz que aportó un toque mágico, y muy azul, a la fiesta.
Piratas, payasos y un sinfín de personajes más completaron un mosaico festivo muy diverso. Incluso se pudo ver una recreación del tradicional puesto ferial del vino añejo, que ofrecía vino dulce y barquillo a quienes se acercaban, así como una representación de los famosos Premios Grammy y de las cantantes internacionales más reconocidas.
Mucho más que disfraces Aunque los disfraces fueron el hilo conductor del sábado, el programa ofreció mucho más. El día contó con un concurso gastronómico entre sociedades, un campeonato de toca y rana para personas jubiladas, un taller de manualidades para familias y un campeonato juvenil de ajedrez. La música también estuvo presente con jotas navarras y el concierto de Süne.