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¡Más locales, por favor!

Un amplio número de conjuntos de música de Donostia y su comarca buscan un local en condiciones para poder ensayar, cosa que no resulta nada fácil, ya que la ciudad cuenta con cerca de cien grupos y las salas de ensayo se quedan cortas.

¡Más locales, por favor!

DECENAS de grupos musicales donostiarras se encuentran actualmente peleando por conseguir un local en el que desempeñar su actividad. Son generalmente grupos de chavales de entre 15 y 25 años, aunque los hay también de más edad. Aún y todo son los principiantes quienes más problemas suelen tener para buscar su cobijo, a bajo precio.

Estos conjuntos son habitualmente cuadrillas de amigos que comparten gustos musicales y se juntan con el fin de montar una banda. El problema llega a la hora de buscar un espacio para poder ensayar, ya que el número de locales públicos que se ofrecen no cubre las necesidades de todos los grupos que han nacido y siguen naciendo en Donostia y su entorno. Por eso, la falta de un sitio donde desempeñar su actividad suele ser uno de los motivos de que un proyecto de banda musical caiga en saco roto.

El Ayuntamiento de Donostia cuenta con dos establecimientos en los que ofrece esta clase de locales destinados para el ensayo de grupos. Uno de ellos es la casa de cultura de Egia, también conocida como Jareño. Este centro cultural dispone de un espacio llamado Musikagela, donde cuenta con un total de ocho salas insonorizadas que cede a los grupos para que allí ensayen. Estas salas no tienen ningún tipo de equipo musical y son las bandas las que tienen que llevar sus amplificadores e instrumentos y, una vez terminado el ensayo, recoger todo para que la siguiente pueda hacer lo propio.

A pesar de ello, Jareño tiene habilitada una sala grande para que los músicos puedan depositar allí sus equipos y no tengan que transportarlos desde sus casas para cada ensayo. Estos locales permanecen abiertos durante todo el año, exceptuando el mes de agosto y los festivos, y se ceden todos los días de la semana desde las 16.00h de la tarde hasta las 23.00h de la noche.

Otro de los lugares que cobija a grupos aficionados es la Escuela Municipal de Música y Danza de Atotxa, también ubicada en Egia. Esta escuela está principalmente centrada en impartir clases a los alumnos y en la formación musical de éstos. Con este fin, la escuela cuenta con un total de 59 salas preferentemente reservadas para el alumnado, pero que pueden ser también alquiladas para particulares que las soliciten siempre y cuando paguen el precio público establecido.

Las aulas para ensayos que se utilizan son las denominadas Combo, que, al contrario que las de la Musikagela de Jareño, están equipadas con batería y amplificadores, facilitando así la labor de los músicos, que únicamente tienen que transportar sus instrumentos.

A pesar de la existencia de estos locales, Donostia es nido de un gran número de grupos de todas las edades y estilos, por lo que van conformándose listas de espera para conseguir una plaza en estos lugares. Como ejemplo, cabe mencionar que en la Musikagela de Jareño, hay un total de 33 grupos ensayando y otros 16 en lista de espera, lo que evidencia la escasez de locales de ensayo en la ciudad.

Por ello, los miembros de los grupos se ven obligados a buscar alternativas para poder tocar y transforman cualquier espacio cerrado en un local de ensayo. Estos lugares suelen ser locales pequeños que no están preparados para el desempeño de esta actividad, pero no queda más alternativa que adaptarlos. Garajes, áticos de viviendas, caseríos, desvanes... son algunos de los ejemplos de espacios que las bandas convierten en locales de ensayo ante la escasez de salas adaptadas a dicha actividad. Pero el problema comienza cuando los vecinos, molestos por la contaminación acústica, se quejan y los grupos suelen tener que abandonar el sitio. Por ello, numerosos colectivos musicales de la ciudad aspiran a que el Ayuntamiento y otras instituciones amplíen el número de locales destinados a una actividad cultural que no cesa de crecer en adeptos.