UN gran número de piedras han salido a flote este verano en la orilla de la playa donostiarra de Ondarreta. El motivo de esta avalancha de guijarros parece no estar del todo claro y cada cual muestra su teoría al respecto. Los más afectados por esta anomalía natural son lógicamente los bañistas, ya que introducirse en el agua se ha convertido en una auténtica odisea para ellos. Incluso hay gente que ha empezado a calzarse chancletas de río para poder entrar. Otro colectivo afectado es el de los paseantes. En la bajamar, al estar toda la orilla cubierta de piedras, el espacio útil para caminar se reduce mucho, cosa que incomoda en parte su actividad.

La indignación que ha causado este fenómeno entre los asiduos a la playa antiguotarra es considerable. Son sobre todo las personas mayores las que mayor enojo muestran, ya que son a quienes mayores dificultades les causa este problema y aseguran que nunca habían sufrido una situación tan aguda en Ondarreta."Nunca había visto nada igual en esta playa. Vivo aquí desde siempre y llevo muchísimos años viniendo cada verano y es la primera vez que veo tal cantidad de piedras" explica Ángel, uno de los vecinos irritados por la situación actual. "Hace años jugábamos al fútbol descalzos sin ningún problema en la zona oeste de la playa, cosa que ahora mismo sería impensable" añade. Otra vecina, Isabel, también muy disgustada con la situación, explica: "Yo lo que siento con esto es pena. Llevo toda la vida viniendo a esta playa y disfrutando de ella y me da muchísima tristeza que haya llegado un momento en que no pueda venir a gusto".

Los tolderos de Ondarreta también se muestran sorprendidos por la situación y explican que se ha convertido en el monotema de la playa. "No se habla de otra cosa aquí, cada toldo que pongo, conversación que tengo sobre el tema de las piedras", añade Josu, toldero de Ondarreta. Imanol, otro de los operarios, agrega que "la gente mayor esta indignadísma con esto y todos se ven obligados a ir a bañarse a La Concha, porque aquí no hay quien se meta al agua". Pese a que el número de quejas es considerable, la encargada de las cabinas de Ondarreta opina que "aunque la gente se queje de la situación, cosa que es entendible, no van a dejar de venir".

Movimientos

Vaivenes de la arena

Aunque existen múltiples teorías sobre este fenómeno, expertos conocedores de la dinámica de los arenales explican que la desaparición de la arena se debe a los movimientos de la mar, que dependiendo de cómo sean, apilan la arena en un sitio u otro. En invierno, debido a los movimientos de la mar en esta estación, la playa tiende a alisarse y el desnivel suele ser muy reducido. En cambio, en verano, la marea arrastra toda la arena que hay la orilla hacia otros lugares y, de este modo, se crea un gran desnivel entre la zona de los toldos y la zona limítrofe al mar, lo que saca a la luz las piedras que anteriormente estaban cubiertas por arena. Además, según añaden los expertos, este fenómeno se ha acentuado más que otros años y por este motivo hay mayor cantidad de guijarros que otras temporadas.

Además de todas las molestias que causa el fenómeno, han sido muchas las personas que han acudido hasta la Cruz Roja en busca de auxilio tras sufrir heridas a causa de las piedras a la hora de entrar o salir del agua, cosa que eleva la indignación de los bañistas.