Donostia. A pocas semanas de la inauguración del parque de Ame-tzagaina, el debate sobre la seguridad en esta vasta extensión de 39 hectáreas (39.000 metros cuadrados) ha alcanzado niveles de alerta. El vandalismo -ya se han producido pintadas y desperfectos antes de la inauguración-, por un lado, y el miedo a "un control insuficiente en un espacio tan grande", por otro, han hecho mover ficha al colectivo vecinal Intxaurdi, que defiende los intereses de los vecinos de la zona sur del barrio.

Una representación vecinal planteará al Ayuntamiento que implante medidas para evitar la actuación de vándalos, gamberros y malhechores allí. Lo hará en la reunión que tienen concertada mañana (19.30) en el centro cultural Larrotxene distintos colectivos vecinales (Izbe, Intxaurdi e Ipar Haizea) con la concejala de Barrios y Participación Ciudadana, Duñike Agirrezabalaga. Está previsto que traten varios temas que afectan al barrio.

Preguntarán al Consistorio qué medidas de seguridad tiene previstas para vigilar y controlar este espacio de esparcimiento público y propondrán que se estudien otras como la "instalación de cámaras de vigilancia en puntos estratégicos del parque" y el aumento de patrullas motorizadas.

Desde la asociación vecinal Intxaurdi, su presidente, Roberto Otero, asegura que "se trata de un parque con muchos caminos, estrechos muchos de ellos, y en los que puede haber problemas con la iluminación en otoño e invierno. Vemos que es un parque muy extenso y que, al no poderse cerrar por las noches, te puedes quedar allí a oscuras si te despistas".

La seguridad en esta zona no es una nueva inquietud para Intxaurdi, que desde hace tiempo organiza una romería por esta zona rural en las fiestas del barrio, en julio, y lleva años reclamando al Ayuntamiento más control. Pedirán que determinadas áreas del parque, como el propio fuerte, no terminen siendo habitadas por personas sin techo, "como ha sucedido anteriormente en un caso que todos conocíamos en el barrio".

También les preocupan los destrozos, pintadas y roturas de mobiliario urbano y jardinería, que ya se han registrado en el parque, antes incluso de ser inaugurado. Pedirán que "quienes se dedican a pintar y destrozar el parque, al menos, se sientan vigilados", asegura Otero.

La zona del mirador sobre el barrio de Loiola ya está terminada, al igual que los accesos al fuerte de Ametzagaina. Los remates finales de la obra se llevan a cabo en algunas zonas de caminos y en el sistema de iluminación, ultimando las conexiones de farolas. En el parque se encuentran algunas zonas como las remodeladas en la primera fase, el merendero, el cráter, los accesos de Garbera y Tuniz, junto al paseo de Otxoki y el parque infantil.

El resto de zonas, sobre todo las emprendidas en la última fase, tienen aún señales que restringen el acceso al público, aunque éstas no impiden que numerosas personas paseen por allí y se mezclen con trabajadores y maquinaria en estas últimas semanas. Lo vienen haciendo desde finales de año, haciendo caso omiso de vallas e indicaciones que cortaban el acceso a las zonas donde se está trabajando.

Desde el Ayuntamiento confirman que "la intención es proceder a la inauguración del parque el mes que viene", aunque no saben cuánto tiempo necesitará la empresa adjudicataria para efectuar los últimos remates de esta obra acometida en cuatro fases e iniciada en 2006.

El propio alcalde, Odón Elorza, informó hace unos días que ha encargado aumentar la vigilancia y ha dado instrucciones precisas para sancionar estos actos catalogados como graves o muy graves en la Ordenanza de Civismo y que pueden dar pie a multas de importantes cuantías.

Llamada a la responsabilidad También preocupa al Ayuntamiento que la gente se adentre en las zonas de obra, debidamente señalizadas y en las que aún hay movimiento de camiones y maquinaria pesada. Desde el Consistorio recuerdan que quienes "se cuelan en zonas restringidas ignorando las señales e indicaciones de las obras, lo hacen bajo su responsabilidad", conscientes de que en las últimas semanas, de la mano del buen tiempo, han sido numerosas las personas que han acudido a pasear al parque de Ametzagaina, haciéndolo tanto por las zonas habilitadas como por otras que aún no lo están. El Consistorio apela a la responsabilidad de los ciudadanos hasta que se finalicen las obras, algo que sucederá "en unas semanas".