Inquilinos de los pisos para jóvenes del paseo de Argel rechazan abandonarlos
Piden que se les amplíe el contrato, fijado inicialmente en cinco años improrrogablesLos arrendatarios de estos apartamentos de 45 metros cuadrados pagan una renta mensual de 225 euros
Donostia. Un grupo de inquilinos de los apartamentos de rotación para jóvenes ubicados en el paseo de Argel de Intxaurrondo han solicitado a la entidad de vivienda del Ayuntamiento, Donostiako Etxegintza, que prorrogue sus contratos con el fin de no tener que abandonar las viviendas en febrero, tal y como está previsto.
En esa fecha expirarán los contratos suscritos por los ocupantes de estos apartamentos hace cinco años, cuando la capital guipuzcoana estrenó los primeros pisos especialmente destinados a ser ocupados durante un periodo de cinco años por jóvenes recién emancipados.
El concejal de Urbanismo, Jorge Letamendía, manifestó ayer que la petición de los inquilinos será estudiada dentro de la sociedad Donostiako Etxegintza y recordó que la capital guipuzcoana es la única ciudad vasca que cuenta con este tipo de viviendas destinadas a ser sucesivamente ocupadas por jóvenes. "No puedo más que comprender la propuesta de estos inquilinos, pero hay que recordar que la propuesta se lanzó como se lanzó", señaló el corporativo socialista. El edil recordó que estos pisos de Intxaurrondo son los primeros de su estilo que comenzaron a funcionar en Donostia, junto con los ubicados en Iza. A ellos se unieron posteriormente otras promociones hasta sumar la cantidad de 250 apartamentos para jóvenes en la actualidad. Asimismo, señaló que a lo largo del pasado y del presente año, Donostia está construyendo más pisos de alquiler protegido que de mercado libre.
Letamendía manifestó que este tipo de apartamentos suponen "un complemento" a las viviendas de protección oficial, que se levantan en distintos puntos de la ciudad.
Las condiciones impuestas en 2005 a los aspirantes a vivir en uno de estos pisos les obligaban a tener menos de 30 años, haber residido en Donostia durante el último año o un mínimo de tres de los últimos cinco o haber trabajado en la capital guipuzcoana durante los últimos cinco. Los solicitantes, además, debían tener ingresos propios no inferiores a 3.000 euros brutos anuales y no superiores a 21.100. Los adjudicatarios recibieron los pisos por sorteo y el periodo fijado era un máximo de cinco años "improrrogables", con el fin de que fueran después ocupados por otros jóvenes.
La renta inicial fue de 270 euros aunque, posteriormente, gracias a una línea de ayudas del Gobierno Vasco, el Consistorio la rebajó a 225. Los apartamentos tienen una superficie de 45 metros cuadrados.