Donostia y Santo Tomás conquistan a este reconocido cantante
Una de las figuras imprescindibles del rock quiso celebrar su cumpleaños en Donostia
Más allá de las lluvias intermitentes, Santo Tomás se desarrolló con absoluta normalidad durante la jornada del domingo en Donostia.
Miles de personas salieron a las calles a disfrutar de la sidra, la gastronomía local y el buen ambiente, y muchos pudieron ver a rostros conocidos disfrutando de la feria.
Uno de ellos fue Loquillo, que no dudó en visitar la capital guipuzcoana para celebrar su 65 cumpleaños.
"Celebrando los 65 años en el día de Santo Tomás!", escribió el catalán junto a una foto en la Plaza de la Constitución.
Loquillo, figura destacada del rock
José María Sanz Beltrán, conocido artísticamente como Loquillo, es una de las figuras imprescindibles del rock.
Con más de cuatro décadas de carrera, su nombre está ligado a la evolución del género desde la Transición hasta la actualidad, siempre con una identidad firme y reconocible.
Su salto a la popularidad llegó en los años 80 al frente de Loquillo y Trogloditas, banda con la que firmó algunos de los himnos más recordados del rock nacional como Cadillac solitario, Feo, fuerte y formal o El ritmo del garaje.
Su voz grave, su presencia escénica y una estética inspirada en el rock clásico estadounidense lo convirtieron rápidamente en un personaje icónico.
Inquietud artística
Más allá del éxito comercial, Loquillo ha destacado por su inquietud artística.
A lo largo de su carrera ha transitado por distintos registros, desde el rock urbano hasta proyectos más literarios y poéticos, musicando textos de autores como Luis Alberto de Cuenca o Gil de Biedma.
Esa faceta le ha permitido ampliar su público y consolidar una imagen de artista culto y heterodoxo.
En solitario desde mediados de los 2000, ha seguido publicando discos con regularidad y haciendo giras, manteniendo una conexión constante con varias generaciones de seguidores.
Su discurso, a menudo crítico e individualista, ha sido también una seña de identidad al margen de modas.
A día de hoy, Loquillo sigue siendo sinónimo de rock, coherencia y resistencia cultural. Un artista que ha envejecido sin renunciar a su estilo musical y que ocupa un lugar destacado en la historia de la música.
