Pablo Cabezali, más conocido como 'Cenando con Pablo', le ha cogido gusto a los restaurantes guipuzcoanos. Después de visitar el restaurante de Arzak y 'Laia' de Hondarribia, esta vez ha sido el turno del local de Arguiñano.
El influencer visitó este martes el restaurante del chef en Zarautz y probó numerosos platos. Aunque por lo general salió satisfecho del local, hubo ciertos comentarios negativos hacia alguno de los platos.
El txangurro es agradable de comer y los brotes son demasiado amargos. No me pegan mucho. No lo veo para un plato", señaló con el primer plato.
Sobre el plato de pochas con almejas, indicó que "mola mogollón" aunque lamentó que el plato solo tuviera "tres almejitas".
Cuando Cabezali pasó a los postres, mostró su decepción con la tarta de queso: "Es algo densa. Mala no me parece, pero tampoco se adecúa a mi estilo".
Lluvia de críticas
Aunque el comensal no fue tan duro en sus críticas como en su día lo fue con el restaurante de Arzak, los comentarios negativos hacia alguno de los platos no han pasado desapercibidos y han desatado las críticas de decenas de usuarios.
"¿Tú te ves tus vídeos? ¿Tú crees que puedes criticar algo? Con la forma que tienes de comer, no sabes ni usar los cubiertos, no se puede ser más zafio", señalaba un usuario.
"Cuánta falta de educación para sentarte en una mesa", criticaba otro.
"Que le des más nota a McDonalds que a Arguiñano dice mucho de la cultura culinaria que tienes", lamentaba otro usuario.
Criticas a Arzak
El pasado mes de febrero 'Cenando con Pablo' visitó el restaurante de Arzak. Tras su visita, criticó la comida del local y las redes se le echaron encima. Decenas las personas cargaron contra Cabezali en el post de Instagram.
"Lávate la boca antes de hablar de Arzak, paleto" comentaba un usuario, mientras que otro se preguntaba "qué conocimiento tiene este señor sobre gastronomía y servicio en sala para opinar sobre restaurantes que ya han valorado expertos".
"Es alucinante, un cateto con un blog cutre criticando a un profesional que se ha pasado media vida en las mejores escuelas de cocina y la otra media en lo más alto de la cocina mundial", criticaba duramente otro usuario.
Por su parte, Arzak, que pronto cumplirá 82 años, señaló recientemente que mantiene una "ilusión total" por la cocina, que le sigue dando "la fuerza para vivir", y continúa anotando sus ideas de platos surgidas de aquí y allá en unas libretas de incalculable valor y caligrafía ilegible.