Tras dar a luz a su primera hija, Laia, hace apenas dos semanas, Cristina Pedroche está compartiendo en redes sociales su día a día también ahora, después del parto. Tanto lo bueno, como lo malo. No iba a ser todo perfecto... Y esa parte mala también ha querido reflejarla.

La colaboradora de televisión ha contado que después de tener que lidiar con problemas para amamantar a su bebé, ahora que ya ha conseguido poder dar el pecho a la pequeña Laia está teniendo otro problema, que no es otro que lo que le pasa a millones de mujeres en todo el planeta que acaban de convertirse en madres, como es sufrir dolor en su pecho. "Estoy cansada pero muy contenta. Las grietas de los pezones están muy bien. Ya no me duele al darle el pecho. He leído que a los quince días hay crisis por el crecimiento, pero yo vivo el presente y ahora mismo estoy feliz", ha asegurado en su último post.

Los primeros días como madre han estado protagonizados por altibajos y reconoce que ha tenido que acudir a una psicóloga perinatal. "El postparto es duro. Muy duro. A veces lloro sin saber muy bien el porqué y no me salen las palabras. La lactancia es muy dura y con las grietas lo he pasado muy mal, pero ahora estoy mucho mejor. Y preparándome para las futuras crisis de lactancia que puedan venir. También he necesitado la ayuda de una psicóloga perinatal, que me ha ayudado a entender mejor el proceso y a saber que todo es normal", explicaba.

En busca de ayuda

Gracias a esta ayuda profesional ha sentido que no está sola y por eso ha querido hacerlo público, para animar a otras mujeres en esta misma situación: "Ahora me siento más fuerte y por eso comparto todo esto, porque quizás alguna mujer está pasando por lo mismo, que sepa que no pasa nada por buscar ayuda, y que, por supuesto, no está sola. No estamos solas".

No obstante, ha remarcado que ella está narrando su propia experiencia, que es "igual de real y válida" que la de otras mujeres. "Ni soy mejor mujer por no haberme puesto la epidural o haber tenido parto natural en vez de cesárea, ni mejor madre por estar queriendo que la lactancia sea un éxito. Pero tampoco peor. Este es mi caso y ya está. Y yo estoy muy contenta porque iba muy preparada para todo lo que pudiera surgir y al final salió mejor de lo imaginado. Por mucho que yo quisiera una cosa, el parto es cosas de dos, mía y de mi beba, y ella también hizo un gran trabajo. Somos un gran equipo y estoy feliz", concluía.