¿Dónde come Elena Arzak cuando puede pegarse una escapada en su entorno?
En los bares de pintxos, en Rekondo… y en los nuevos restaurantes. Me ha gustado mucho, entre otros, Kiro Sushi.
¿Hay algún restaurante al que le guste volver de vez en cuando?
Allí donde esté Ramón Freixa. Es una cocina muy equilibrada y con efecto sorpresa.
¿Dónde ha vivido su mejor experiencia gastronómica?
La primera que recuerdo con majestuosidad fue en Casa Nicolasa con José Juan Castillo. Tenía 10 años y salí fascinada del restaurante, por la comida y por el servicio.
¿Cuál es su producto o plato favorito para cocinar? ¿Y para comer?
Para cocinar, el pescado, porque es el más delicado y el más fácil de estropear. Y para comer, unos txipirones de anzuelo a la plancha. Me apasionan.
¿Hay algún país cuya cocina le haya sorprendido especialmente?
Me gusta mucho la cocina latinoamericana: la mexicana, la peruana… la brasileña también es muy buena. Y me gusta y he trabajado mucho la cocina asiática.
¿Cuál es el viaje que le queda por hacer o la cocina que le queda por descubrir?
Me gustaría saber, y probar, qué cocinan en los sitios extremos como el Polo Norte, el desierto… Cómo lo hacen y con qué.
Detrás de un gran hombre, dicen, siempre hay una gran mujer… y detrás de una gran mujer, un gran hombre. ¿Algo que comentar del suyo?
Simplemente que he tenido muchísima suerte de conocer a Manu. Me da mucha energía, mucho amor, y le emociona lo que hago.
Si tuviera que definir a su padre con una sola palabra, ¿cómo lo haría?
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