Las frutas son aliadas fundamentales para una buena salud, pero una duda frecuente es si es mejor consumirlas con o sin piel. Aunque muchas personas están acostumbradas a pelarlas por costumbre o comodidad, lo cierto es que varias frutas pueden y deberían comerse con piel, ya que esta parte suele contener una alta concentración de fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes.

Sin embargo, también es importante tomar precauciones: si no se lavan adecuadamente o han sido tratadas con pesticidas, la piel puede convertirse en un riesgo en lugar de un beneficio.

Estas son las frutas que se pueden disfrutar con piel.

  • Manzanas: Su piel es rica en fibra insoluble, que ayuda a la digestión, y también contiene antioxidantes como la quercetina, beneficiosa para el sistema inmunológico. Pelarla reduce significativamente su valor nutricional.
  • Kiwis: Aunque no es habitual, el kiwi se puede comer con piel si se lava bien. La piel aporta aún más fibra y vitamina C. La variedad de kiwi amarillo tiene una piel más suave y fácil de consumir.
  • Peras: Similar a la manzana, la piel de la pera concentra gran parte de su fibra y polifenoles. Además, es fina y fácil de masticar.
  • Ciruelas: Se comen comúnmente con piel, que aporta un ligero sabor ácido y una dosis extra de antioxidantes.
  • Nectarinas: Aunque algunas personas prefieren pelarlos por su textura, su piel es comestible y contiene fibra y vitaminas. En preparaciones como mermeladas o tartas, puede optarse por pelarlos, pero para consumo directo es mejor dejársela.

Si se limpia bien, el kiwi se puede comer con piel Pexels

¿Por qué no pelarlas?

Pelarlas implica perder una parte importante de su contenido nutricional. Por ejemplo, en una manzana, hasta el 30% de su vitamina C puede encontrarse en la piel. Además, la fibra ayuda a regular el tránsito intestinal y proporciona mayor saciedad, lo que es útil en dietas para el control de peso.

Precauciones: pesticidas y limpieza

El mayor problema de comer frutas con piel es la posible presencia de residuos de pesticidas. Aunque en muchos países se regulan los límites permitidos, aún es recomendable tomar precauciones:

  • Lava siempre las frutas con agua corriente, frotándolas con las manos o un cepillo suave.
  • Puedes usar una mezcla de agua y vinagre o bicarbonato para limpiar más a fondo.
  • Si es posible, elige frutas orgánicas, especialmente si planeas consumirlas con piel.
  • Si no estás seguro de su origen o limpieza, pela la fruta, aunque pierdas parte de sus nutrientes.

Comer frutas con piel es una excelente manera de aprovechar al máximo sus beneficios. No solo obtienes más fibra y antioxidantes, sino que también reduces el desperdicio. Sin embargo, la limpieza adecuada es fundamental para garantizar que esa piel sea segura. Con buenos hábitos de higiene, muchas frutas se convierten en bocados saludables tal como vienen: con piel y todo.