Aramendia Pastelería da un paso firme hacia una repostería más natural y sostenible con la incorporación a su obrador de una nueva harina: Harina solo trigo. Sin aditivos, sin mejorantes. Así, sin artificios. Solo trigo, y del bueno: libre de organismos modificados genéticamente (OMG), cultivado en Girona y el sur de Francia, con la máxima trazabilidad y sin tratamientos artificiales.
Tras más de seis meses de pruebas, esta harina ya forma parte de todas sus elaboraciones: pasteles, tartas, bollos o pastas ganan en textura, sabor y valor nutricional gracias a un ingrediente esencial trabajado con mimo. Porque en repostería, la diferencia empieza en la base.
La presentación oficial de esta harina tuvo lugar ayer en la pastelería de la calle Matia, en Donostia, con una degustación de elaboraciones y explicación del proceso de integración de este nuevo ingrediente clave
El secreto está en el grano: variedades seleccionadas con precisión antes de cada campaña, almacenadas en silos independientes (149 en total, un sistema único en el mundo), sin mezclas, para conservar intactas sus propiedades. A eso se suma una molienda en frío que evita el sobrecalentamiento del trigo y mantiene todos sus nutrientes, aromas y cualidades.
El jefe de obrador de Aramendia Pastelería, Patxi Tellería, destaca que esta nueva harina “además de exigente, porque requiere un mayor mimo a la hora de trabajar con ella, su naturalidad aporta a cada elaboración matices increíbles”. “Por ejemplo, en nuestros cruasanes, que llevan mucha mantequilla de primera calidad, esta harina responde de forma extraordinaria gracias a su alto nivel de proteína. El resultado, tanto a la vista como en boca, es espectacular”.
Evento de presentación
La presentación oficial de esta harina tuvo lugar ayer en la pastelería de la calle Matia, en Donostia, con una degustación de elaboraciones y explicación del proceso de integración de este nuevo ingrediente clave.
Además, esta novedad se enmarca en el compromiso ecológico de la empresa, que ya ha empezado a introducir medidas sostenibles como café con certificación Rainforest Alliance, vasos reciclados, bolsas 100% recicladas, energías renovables o promoción de hábitos saludables entre su plantilla.
Tal y como explica su gerente, Iagoba Ezama, “siempre hemos apostado por trabajar con proveedores de kilómetro cero, pero creemos que podemos hacer un poco más y ahora estamos en situación de poder afrontar con garantías estos cambios”.
Porque en Aramendia tienen claro que el futuro de la pastelería pasa por mirar atrás: al origen del trigo, a la sencillez de los ingredientes, y al respeto por el proceso. Y eso empieza, como siempre, por la harina.