El menú de Navidad es una parte fundamental de las celebraciones. Durante esta época los platos más especiales se preparan con dedicación para compartirlos con los seres queridos y crear emociones gastronómicas esenciales para disfrutar de la magia de la festividad.

Por eso, la elección de productos y el preparado es uno de los temas más conflictivos. A pesar de que el primer y segundo plato suelen ser más fáciles de elegir, la elección de un entrante diferente y tradicional es más complicada. Por eso, Xabier Martínez, al frente del restaurante Martínez de Ordizia, propone un aperitivo a la antigua que dejará a todos los presentes con ganas de más.

Sabores guipuzcoanos

El entrante que propone consiste en una carrillera ibérica al vino tinto. Martínez se ha inspirado en los guisos que se elaboraban antiguamente y ha añadido ingredientes que refuerzan el sabor navideño y guipuzcoano.

La salsa está cocinada con la base de un jugo de compota de manzana, la cual aporta un toque de canela equilibrando la intensidad de la carne y haciendo que el plato se sienta más acogedor y festivo.

También se ha añadido un puré de patata junto con unos daditos de manzana, que crean un contraste dulzón. Para finalizar, ha decorado el plato con unos hongos confitados que aportan un sabor clásico.

Carrillera al vino tinto elaborada con jugo de compota de manzana, puré de patata con daditos de manzana y hongos. Ruben Plaza

Esta reinterpretación del tradicional guiso crea una armonía de texturas y sabores que entremezclan lo rural con lo tradicional y lo moderno. El uso de la manzana, la canela y los hongos le da una dimensión tanto navideña como sofisticada, lo que convierte este entrante en una opción ideal para servir durante estas fechas.

¿Y para beber?

Para acompañar las carrilleras, las bebidas deben complementar la intensidad y la suavidad de la carne. Por lo tanto la mejor opción es el vino tinto, como un Rioja Reserva o Ribera del Duero. Estos ayudan a cortar la grasa y resaltan los sabores de la carne al igual que complementan la intensidad de la carrillera.

Otra opción puede ser el vino de Oporto, ya que, complementa el sabor a canela añadiendo un toque dulzón y festivo contrastando con el sabor de la carrillera.

Para los más clásicos, y arraigados a un menú plenamente guipuzcoano, la sidra siempre es una buena opción. Gracias a la acidez que aporta equilibra los diferentes sabores del plato y hace uno con los sabores de manzana.