Fuera de fuegos
[Gastroleku] Cuatro grandes sidras para cuatro momentos, por el sagardozale Mikel Rodríguez
Ante una carta con más de 50 sidras, pido a Mikel Rodríguez que me haga una “entresaca”, recomendándome cuatro de ellas que difieran notablemente y que pueda disfrutar en diferentes ocasiones. Esta es su selección, realizada no sin dejar muy claro que “podría hacer muchas más selecciones como estas con otras marcas”. Tranquilo Mikel… volveré.
Una sidra divertida: Isastegi D.O, 2023 (Tolosa)
Refrescante, equilibrada, fácil de beber, ni excesivamente seca ni excesivamente dulce. Una sidra para todos los públicos que podemos llevar con la cuadrilla al monte y que puede ser bebida sola, con unos entrantes, con un pollo asado... Versatilidad es la palabra que mejor la define.
Una sidra con cuerpo: Altzueta D.O. 2023 (Hernani)
Aromática y espectacular en nariz con aromas a flores blancas y toques cítricos muy suaves, en boca ofrece una exquisita cremosidad y gran persistencia. Elegante y equilibrada, es más adecuada para acompañar con comida que para beber sola, aunque también daría la talla.
Una sidra elegante: Joanes de Zapiain Premium 2022 (Astigarraga)
Sidra de Astigarraga elaborada con manzanas de Tolosa, del caserío Ezeizabarrena, con una nariz muy elegante que aporta tostados, lácteos... Redonda a la vez que voluminosa, se trata de una sidra de mesa, ideal para acompañar desde carnes hasta pescados.
Una sidra de lujo: Oiharte, Sidra de Hielo (Zerain)
Mikel la califica como “un viaje en el Dragon Khan: es dulce y de repente... ¡zas! aparece la acidez”. Una sidra a la que no le hace falta nada, para tomar sola al acabar una buena comida y disfrutar de sus aromas y sabores a orejones, tostados, caramelo, manzana asada...Un producto de lujo de la mano de unos grandes elaboradores.