La gastronomía es uno de los puntos fuertes de Donostia. La capital guipuzcoana puede presumir de tener los restaurantes más prestigiosos y mejor valorados de la zona, siendo el marisco y la carne su especialidad, y el txangurro uno de los platos estrella.

El txangurro es uno de los sabores mas característicos de la gastronomía vasca. Es una delicia para los amantes de los mariscos y una parte importante de la rica tradición culinaria donostiarra, conocida por su excepcional oferta gastronómica y sus irresistibles pintxos, que son los protagonistas de cientos de bares de la capital.

Una de las formas más sabrosas de comer txangurro es en las croquetas. En la ciudad hay numerosos locales que preparan croquetas de txangurro, aunque solo un restaurante puede presumir de ofrecer las mejores: el restaurante saltxipi.

Este restaurante de cocina vasca ubicado en el barrio de Gros, tiene como especialidad el centollo.

Las croquetas de txangurro son uno de sus entrantes más reconocidos. Además, también ofrecen bogavante a la plancha y txangurro al horno como platos principales.

Las opiniones sobre el local en internet son unánimes: unos ingredientes de primera calidad y una preparación exquisita se aúnan para ofrecer unos platos de primera categoría en Donostia.

Por ello, este es el lugar ideal donde deleitarse de unas auténticas croquetas caseras de txangurro que no dejan indiferente a ninguno de los comensales del local.

El txangurro, sello de la cocina vasca

El txangurro es uno de los platos más típicos de la cocina vasca, especialmente popular en Donostia. Consiste en la preparación de las patas de centolla o centollo de una manera tradicional y deliciosa.

Además de en croquetas, hay muchas formas de comer txangurro. Uno de los platos más populares es el txangurro a la donostiarra: las patas de centolla se cocinan en su caparazón, generalmente rellenas de una mezcla de carne de centolla desmenuzada, cebolla, ajo, perejil, pan rallado y otros condimentos al gusto. Esta mezcla se coloca sobre las patas de centolla y se hornea hasta que estén bien cocidas y doradas por encima.

El resultado final es un plato rico y sabroso, con un sabor a mar intenso y una textura suave y cremosa. El txangurro a la donostiarra se sirve tradicionalmente caliente, directamente del horno, y suele acompañarse con una salsa o alioli casero.