¿Hay algún producto o comida de su país que echen de menos? 

Jean Paul: La fruta. Como en Colombia no la hay en ningún lugar. En cada esquina hay un puestito en el que te venden mango, papaya, guayaba… la dan troceada con sal y limón y está riquísima. Me pasaba el día comiendo fruta.

Olbin: Lo que más comía era la baleada, un plato típico como un taco con fríjoles fritos, queso y mantequilla que se toma principalmente en el desayuno y la cena, aunque lo que más añoro es el coco fresco, que tiene una calidad de agua espectacular y es dulce, riquísimo. Aquí se puede conseguir y ya lo he probado, pero… no es igual. 

César: Lo que más echo de menos es el mejor restaurante de México: la casa de mi mamá. 

¿Y algo que les sedujera al llegar aquí? 

J.P.: En Colombia me encantaba la bandeja paisa, que lleva carne picada, chorizo, chicharrones… Me la comía entera. Pero vine aquí, me pedí un día un entrecot… y me cambió el gusto.

O.: Me gusta todo, pero un plato que me fascina es la carrillera al vino tinto, tanto la de cerdo como la de ternera.

C.: Desde que vine por primera vez, me encantaron los restaurantes vascos: las sidrerías como Bereziartua en Astigarraga, los asadores como Patxiku Enea en Lezo...

César, como alma mater del proyecto, recomiéndenos un restaurante de México.

Como buen mexicano te daré dos de pilón: en Ciudad de México, Arroyo, de cocina tradicional. Y en Querétaro, Pia, el restaurante de mi amigo Juan Pablo Ines: cocina honesta, vanguardista, rica y con precios justos.