Nacido en Tolosa en 1959, casado y con tres hijos, Rafa Gorrotxategi es a día de hoy el más reputado confitero guipuzcoano. Enamorado de su trabajo y orgulloso de seguir la tradición familiar que ahora defiende en solitario desde su propio proyecto, pocos hubieran imaginado en su lugar actual a este mal estudiante que optó por realizar estudios de Arte y Decoración sin tener la más mínima intención de dedicarse a la confitería. “A mí lo que me gustaba de joven era la fotografía”, confiesa sin pudor este artesano del buen gusto que reside actualmente en Ibarra, aunque siempre se sentirá un hijo de la Parte Vieja tolosarra.
¿Cuál es su txoko favorito en Tolosa? ¿Y en Gipuzkoa? ¿Y más allá?
En Tolosa, lo tengo claro. Los que somos de la Parte Vieja adoramos sus txokos como el Palacio Aranburu donde hemos jugado de críos, el viejo molino... De Gipuzkoa me quedo con Getaria, y más allá me encanta Iparralde: Ezpeleta, Ustaritz...
Confitero sí, pero en casa, ¿se apaña en la cocina?
Me apaño bastante bien con los asados, y me sale muy bien la ventresca de bonito.
¿Y para comer?
Una buena ensalada de tomate de temporada con un poco de bonito, guindilla de Ibarra y un buen aceite de oliva.
Recomiéndenos uno o dos restaurantes en Euskal Herria
Eneko Atxa me sorprendió mucho. Y me encanta comer en Aratz.
¿Y algún restaurante fuera?
Me gustó mucho el Xiringuito Escribà, en Barcelona
¿Un plato o cocinero que le haya sorprendido?
Tengo un recuerdo estupendo de la paella de Paco Gandía en El Pinoso, Alicante.