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Beñat San José
Entrenador de fútbol

“He entrenado en cuatro continentes y he trabajado con Aspire, City Group y Orlegi”

San José repasa su trayectoria profesional y del tipo de entrenador que es

“He entrenado en cuatro continentes y he trabajado con Aspire, City Group y Orlegi”Ruben Plaza

A sus 45 años ya ha trabajado en cuatro continentes...

Sí, la verdad que sí. Fui uno de los primeros en llegar a Arabia. Yo estaba para empezar mi quinto año en la Real Sociedad, en su cantera, que fue una etapa maravillosa e indescriptible. De orgullo y de mucho trabajo. Zubieta creció mucho en esas épocas en los que estábamos todos ahí trabajando y así sigue. Pero mi agente Joseba Barandiaran me comentó que había una posibilidad de ir a Arabia Saudí a un filial. Yo estaba encantado en Zubieta, pero también sentía ese runrún en la cabeza de empezar a tocar el fútbol profesional. En ese momento estaban Luki Iriarte y Bittor Alkiza en la dirección deportiva del fútbol base, me sentía muy valorado y en ese momento tenía el cadete vasca de Mikel Oyarzabal, Zubeldia, Guevara, Aihen, Petxarroman…

¿Cómo sentó su salida?

Lo comprendieron y siempre agradecí la empatía que tuvieron conmigo. Fui con la sensación de que emprendía mi carrera profesional y gracias a Dios así fue. Era el Al-Ittihad de Benzema, uno de los grandes, y di el salto al primer equipo. Estaba mal y me subieron al promocionar a chicos jóvenes que yo había tenido en el filial, y ganamos la Copa de allí. Desde ese momento solo han logrado una liga y otra Copa en doce años con inversiones millonarias. Yo tenía buenos jugadores saudíes y subí cantera. Eso es lo que más impactó porque no estaban acostumbrados.

Luego pasó al Al-Ettifaq de Gerard...

Después entrené al Al-Ettifaq y lo que pasó es que ahí había mucha gente interesada en ese mercado. Mediante unos agentes, conocí a un argentino que su familia tenía un equipo en la Segunda División de Chile y yo seguía a la selección de Chile de Bielsa y a la Universidad de Sampaoli. Él se quedó sorprendido de toda esa información que tenía y un día me llamó y me dijo: qué te parece si vienes por aquí. Fui, me entrevisté con varios equipos y al Antofagasta le gustó mi propuesta y fichamos. Ahí conseguimos hacer el mejor campeonato de su historia.

Luego, nueva aventura en Bolivia.

De ahí al Bolívar, el más grande del país. Nada más llegar fuimos subcampeones. Siempre me tocó agarrar equipos que estuvieran en malos momentos. Y yo como creía y fui para adelante, al principio fue difícil, pero el primer año hicimos subcampeonato y luego campeones dos años seguidos. Uno de ellos con doblete. Y de ahí me ficha Universidad Católica de Chile, que en títulos sería como el tercero del país. Ahí también el equipo estaba antepenúltimo, no había mucha inversión, me llamaron, fuimos al sentirme ya especialista en esas situaciones. Justo pasaron a hacer un año completo, sin apertura y clausura, e hicieron una misma liga de febrero a noviembre y fuimos campeones.

Muchos éxitos...

En todos los lados. Porque en Antofagasta también, de un equipo que estaba para descender, pasamos a jugar el play-off que llevaba a la Copa Suramericana, que lo perdimos a penaltis… Fue un salto increíble para el club. Luego pudieron mejorar el club, fichar jugadores… Entras en una rueda virtuosa muy importante que a mí me llevó a fichar por equipos mejores y al club por mejorar su realidad.

¿Y qué tal en la Universidad?

Muy bien. Un club espectacular. Me recordaba mucho a la Real porque es el equipo que mejor cuida la cantera de Chile. Es un club con unas instalaciones muy buenas, súper organizado, con gente muy inteligente en su dirección… El presidente era muy bueno y es un club tremendo.

Y vuelta para el Golfo Pérsico...

Luego voy a Emiratos. Al Al Nasser de Dubai, no el de Cristiano, que es de Arabia Saudí. En ese momento justo estábamos con una posibilidad de un Primera de España, pero se quedó en tierra de nadie. Cosas que pasan en el fútbol. Y entonces sale este proyecto de Emiratos y como yo no puedo estarme quieto ahí fuimos y es verdad que este no salió bien. Y eso que empezamos muy bien. Tengo satisfacción de esa época porque empezamos cambiando la metodología de entrenamiento y la mentalidad y respondieron muy bien, pero el resultado no nos salió bien. Eso sí, me dijeron que hice récord de más partidos sin ganar y sin que me echaran (risas).

Y primera experiencia en Europa, en la liga belga...

Luego me vine al Eupen del Grupo Aspire, con Iván Bravo a la cabeza, un gerente extraordinario. El reto de Bélgica fue clave para mí. En una liga muy difícil hicimos el mejor año de la historia del club. Con una plantilla para no descender y en un año, lo salvamos muy bien, con Bautista, y el siguiente año, jugamos muy bien. Encontramos el clic, insistí mucho con los directores deportivos y fue clave. Nos quedamos a cinco puntos de la Europa League. Jugamos también la semifinal de la Copa contra el Standard de Lieja. Fue una experiencia muy importante en lo técnico-táctico y el ritmo físico que tiene Bélgica. Y un tema que es importantísimo que es acciones a balón parado. Era fundamental porque un 88-90% de goles se marcaban así. Es una liga muy física, si no preparabas la táctica y la estrategia no tenías nada que hacer. El que destaque en Bélgica ya está preparado para las grandes ligas...

Cruza de nuevo el charco para trabajar en México

Luego voy a México, la élite americana, al Mazatlán, una franquicia nueva. Un club con un año de vida y el primer campeonato nos fue bastante bien porque solo por golaverage no entramos en el play-in y en el segundo campeonato las cosas prometidas no se cumplieron, yo no estaba tan a gusto y volví a Bolívar.

Y aparece el Grupo City...

El dueño de Bolívar me expuso un proyecto en el que primero me dijo para pasar una temporada a Manchester con el Grupo City y para mí eso fue maravilloso. Ya era irrechazable para mi crecimiento como entrenador y he sacado muchas cosas para mi metodología de juego y detalles, que son los que te hacen evolucionar. Empezamos un proyecto maravilloso y no pudimos ganar la liga porque la Libertadores nos exigió mucho y ahí es donde hicimos historia, porque hicimos la mejor fase de grupos en la historia de Bolívar y pasamos a cuartos de final.

Y tras dejar el Atlas, el cuerpo ya le pide probar en el fútbol español

Todo el camino emprendido es para desarrollar una carrera, y esa persona que hay dentro del entrenador también quiere volver a casa y volver al fútbol y con mucha fuerza.

¿Qué tipo de entrenador es?

La filosofía vasca ha sido la de conseguir las cosas mediante trabajo constante y obsesivo dentro de que la obsesión ayude a progresar y mejorar. Soy un amante de jugar bien al fútbol, hay veces que consigues el 30% de esa idea y otras el 80% pero siempre intento que mis equipos saquen la pelota jugada, tengan un buen trato de balón, y ahora he incorporado la presión alta, el ir a por el partido, el hacer nuestro juego en cada duelo.

¿Se identifica con Imanol?

A mí la Real de Imanol me identifica muchísimo, el Bournemouth de Iraola, Xabi Alonso, Arteta… No hay que ir a ningún lado a mirar más, son ellos los que yo admiro y lo que es esa combinación de presión alta con un buen trato de pelota es lo que me fascina. Emery también me parece una máquina, un genio. Puedo decir con orgullo que he trabajado con el City Group, con el que mantengo contacto, con el Aspire Group y con el Grupo Orlegi, dueño del Atlas.

Un entrenador de campo...

Para mí hay una base muy importante es que los límites no se rompen jugando, se rompen entrenando. Yo soy entrenador de cantera: de Antiguoko, de la Real… He crecido con la importancia de entrenar mucho y bien y que desde el entrenamiento están la mejora y la conquista, no desde una zona de confort, y luego los jugadores definen. No. La relación de ver la persona que hay en el jugador también es muy importante. La mejora de la persona automáticamente mejora el jugador. Luego están las mejoras físico-tácticas, en eso hago mucho hincapié. Y luego hacer grupo, porque esto no es tenis. Esa metodología de entrenamiento constante y exigente y la idea de juego que tengo y el cuidado de grupo, yo soy ese, es mi forma de trabajar, sin atajos.

¿Sueña con entrenar a la Real?

Quiero empezar diciendo que la Real tiene el mejor entrenador de su historia que aparte es una gran persona. A Imanol le conozco bien de cuando él estaba en el juvenil. Luego, obviamente, como entrenador y como donostiarra, como amante de la Real y de Zubieta lo vives en la sangre, voy a hacer doce años de carrera y por supuesto que toda esa experiencia me gustaría ponerla algún día al servicio de la Real y si no, siempre seré realzale. Por supuesto.