La mejor noticia que podía haber. Martín Merquelanz ha superado el periodo de prueba y será parte de la plantilla de la SD Eibar la próxima temporada. El canterano de la Real se incorporó a los entrenamiento del cuadro armero el pasado 25 de julio tras rescindir el contrato con los donostiarras. Desde entonces, el irundarra ha disputado tres amistosos al mando de Joseba Etxeberria, y en el último de ellos ante el Sporting marcó desde el punto de penalti. Ahora, Merquelanz será parte de la primera plantilla a todos los efector hasta el término de la campaña 2024-25, y podrá volver a disfrutar del fútbol en Segunda División.
Casi 3 años sin jugar
El canterano realista era uno de los mejores jugadores de su generación, con una calidad y un golpeo de balón que pocos jugadores tenían. El 10 de diciembre del 2017, aún en el filial donostiarra, sufrió su primera grave lesión al romperse el ligamento cruzado de su rodilla izquierda. Tras más de siete meses fuera de los terrenos de juego, el 1 de agosto del 2018 debutó con el primer equipo en Ipurua, pero a los cinco minutos de saltar al verde, se rompió el ligamento de su otra rodilla, la derecha. Un calvario para un chaval que solo quería cumplir su sueño de jugar en Primera División con el equipo de su vida.
Después llegó la prolífica cesión al Mirandés, equipo con el que demostró todo su potencial. Fueron 17 goles y 11 asistencias en una temporada de ensueño en Miranda de Ebro, donde logró una clasificación histórica a semifinales de la Copa del Rey ante, precisamente, la Real. A pesar de que los jabatos cayeron ante los de Imanol, por el aplazamiento de la final debido al Covid, Merquelanz alzó el título de campeón en aquella mágica y eterna noche bajo el cielo de Sevilla.
Tras aquella gran campaña, volvió a Donostia sin demasiado éxito, ya que en el curso 2020-21 no anotó un solo gol en 17 encuentros. A pesar de ello, su exentrenador en el Mirandés, Andoni Iraola, le llamó para firmar por el Rayo, pero nada más lejos de la realidad, el 11 de septiembre del 2021 volvió a romperse la rodilla. Tras ello, varias recaídas y operaciones que le han privado de volver a jugar al fútbol durante casi tres años enteros. Terrible.