El Pleno del Ayuntamiento de Zarautz, en su sesión ordinaria de febrero, en una muestra unánime de aprecio y reconocimiento, decidió nombrar Hijo Predilecto de Zarautz a Jose Ángel Iribar Kortajarena, el Txopo. La propuesta la presentó el alcalde de Zarautz, Xabier Txurruka (EAJ/PNV), el pasado 24 de noviembre en la Junta de Portavoces, en respuesta a las crecientes solicitudes de los vecinos de la villa. En estos momentos, el Consistorio e Iribar están en contacto para establecer una fecha adecuada para rendirle homenaje.
El portero zarauztarra debutó con el Athletic Club en 1962 ante el Málaga. Ese día comenzó su larga andadura en la entidad. Defendió la portería rojiblanca hasta 1979 y logró dos Copas (1969 y 1973) y un trofeo Zamora (portero con menos goles encajados de la competición), hasta convertirse en el jugador con más partidos (614 encuentros disputados en 18 temporadas) de la historia del Athletic Club. En la temporada 86-87 fue el entrenador del primer equipo y, actualmente, es el presidente de la asociación de veteranos del Athletic Club y uno de los representantes institucionales del club. En 1976, saltó al césped portando la ikurriña en el derbi vasco, junto a Kortabarria (jugador de la Real Sociedad), dejando una imagen histórica.
El zarauztarra logró en 1964 otro hito. Esta vez, con la selección española, ya que ganó una Eurocopa contra la Unión Soviética. En la Euskal Selekzioa también dejó huella. En 1970, fue capitán de la selección vasca en el partido que disputó contra Irlanda, además de jugar en los partidos de homenaje a Lizarralde y Garate. Continuó su etapa en la Selekzioa como seleccionador durante varios años.
El cancerbero no es lo único que celebrará, ya que el jueves su club consiguió clasificarse a la final de la Copa del Rey, después de ganarle 3-0 al Atlético de Madrid en San Mamés. Además, el Txopo cumplió ayer 81 años Así las cosas, la villa costera agradecerá a Iribar el orgullo y cariño que ha demostrado hacia Zarautz en cada paso de su vida. Desde los inicios de su carrera como futbolista hasta su contribución continua a la sociedad, Iribar ha sido un embajador ejemplar de su villa natal.
