El Villarreal que llega este viernes a Anoeta parece que poco a poco va cogiendo la solidez que deseaba Marcelino García Toral y que le ha permitido poner tierra de por medio con el descenso, aunque ahora es arriba donde más preocupaciones tiene y lo que le ha impedido sumar más puntos que le acercasen más una zona europea que tiene muy lejos (14 puntos).

El conjunto groguet, que jugará los octavos de final de la Europa League, acumula cinco jornadas sin perder, pero cuatro de ellas se han saldado con empate, con sólo tres goles anotados, lo que ha perjudicado a la mejoría defensiva, con también tres tantos encajados. La excepción, en los dos lados del campo, fue en el Lluís Companys, donde sacó su única victoria de esta racha, el recordado 3-5 ante el FC Barcelona.

El Villarreal no ha conseguido esta temporada dar todavía con la tecla a domicilio y espera hacerlo en el Reale Arena para tomarse la revancha del duro 0-3 que recibió en La Cerámica por parte de la Real. Alexander Sørloth, que regresa a Donostia, parece plenamente recuperado y podría acompañar a Gerard Moreno en el ataque, mientras que el técnico asturiano tiene la duda de Kiko Femenía, aunque el lateral derecho viaja.