Han pasado muchas cosas en el Manchester United desde aquel 18 de febrero de 2021. Jugadores. Entrenadores. Ventas. Fichajes. Ceses. Pero los caprichos del destino quisieron ayer que, a solo cuatro días del reencuentro con la Real, Bruno Fernandes y Marcus Rashford, actores principales en el 0-4 de Turín, se beneficiaran de un panorama muy parecido al vivido entonces contra los txuri-urdin. Su equipo se veía dominado por el Arsenal en Old Trafford. Parecía más cerca el 1-2 gunner que el 2-1 local. Pero luso e inglés impusieron entonces la ley de los espacios. Replegados, los red devils lanzaron eléctricas transiciones a campo abierto. Y sentenciaron así un partido que tenían en chino mediada la segunda mitad. Qué peligro.

Es el United una escuadra en construcción, algo lógico con un técnico (Erik ten Hag) recién llegado. En sus ataques estáticos se aprecian movimientos entrenados y la creación de interesantes líneas de pase (ahí está el 1-0 del debutante Antony), pero sus buenas fases de juego no tienen excesiva continuidad. Igualmente, puede detectarse en el equipo de Manchester una intención clara a la hora de presionar, con los extremos dando prioridad a tapar los pases interiores, y sin embargo aparecen con frecuencia vías de agua en su entramado defensivo. Subrayado todo ello, también cabe destacar que hay una faceta del juego, la de los contragolpes tras robo, en la que los diablos rojos son ahora uno de los conjuntos más peligrosos del mundo. Ni más ni menos. Seguro que Imanol, en Zubieta o en su casa con mujer e hijos, tomó ayer buena nota.

La historia de la victoria del United contra el Arsenal se explica desde su dominio de un arte, el del contragolpe, que tiene que figurar sí o sí en el ADN de semejante plantilla: Eriksen y Bruno Fernandes son excepcionales lanzadores, y las piernas de Rashford hacen el resto. Se lesionó ayer el punta y, visto el modo en que abandonó el campo, parece difícil que juegue el jueves. Da igual: cuenta con compañeros de parecidas características. Entre todos ellos lograron ayer tres puntos en un duelo que arrancaron de forma sobresaliente y en el que, de modo supuestamente paradójico, marcaron siempre durante períodos de control rival. Tampoco resultó casualidad, porque suele ser entonces cuando emergen los espacios que explorar. ¿Los ofrecerá la Real? No estará contra los txuri-urdin el central Lisandro Martínez, también lesionado.