El mercado de fichajes del Barça ilusiona a la afición culé. Pero... ¿Hasta qué punto incorporar buenos futbolistas supone una garantía de éxito? ¿En qué momento del proceso se encuentran los de Xavi? ¿Están cerca de transformar una suma de individualidades en un equipo de garantías? La de Albert Morén es una de las voces más autorizadas para aportar respuestas a semejantes preguntas. Su blog En un momento dado se ha convertido en toda una referencia en cuanto al análisis del juego blaugrana. Y en DAZN han tomado buena nota de ello: desde el presente curso, Morén comenta los partidos del Barça en la versión catalana del canal.

¿Cómo ve al cuadro culé? “Está en una fase inicial del proceso, como quedó demostrado en la primera jornada contra el Rayo (0-0). Todo resulta muy mecánico todavía, como si asistiéramos a ejercicios de entrenamiento repetidos durante un partido oficial: la búsqueda del jugador libre, la conexión con el tercer hombre... Hablamos de atajos del juego, pero no de soluciones en sí mismas. Así que el equipo se encuentra en ese punto aún. Digamos que está ejecutando ejercicios de reproducción ortográfica, pero que todavía no se ha arrancado a escribir por sí mismo”.

La evolución de este Barça pasa, según Morén, por dos circunstancias. “Para empezar, hay muchas cosas que tienen que ver con la propia soltura de los jugadores y con su propia iniciativa individual. Ahí está, por ejemplo, el caso de Pedri. Xavi le demanda actuar muy adelantado, dentro del cuadrado que forman central, lateral, pivote y extremo del equipo rival, pero él es capaz de salirse un poco de ese guion bajando a la base y destensando el sistema. Cuando el canario no está sobre el campo, el Barça nota mucho la diferencia”, explica el autor del libro El fútbol después de Pep, quien pasa a citar la otra pata del banco. “Además, la futura mejoría se debe basar también en los trampolines que encuentre el entrenador desde la pizarra, mediante cuestiones que no ha podido ligar aún. ¿Alguna en concreto? Se me ocurre la opción de sumar a los laterales al juego interior, vía que no se está explotando”.

No se está explotando, principalmente, porque la plantilla carece de laterales con capacidad para ejercer ese rol, un déficit que de momento no ha paliado el mercado. Morén, sin embargo, realiza una lectura optimista de los refuerzos del club hasta la fecha, si nos atenemos a su comparación. “Este verano me está recordando al segundo de Rijkaard como entrenador, el de 2005. Los seis meses finales del curso anterior, aquellos con Edgar Davids, le sirvieron para aclararse y sentar las bases de lo que quería. Después, incorporó las piezas que necesitaba para ejecutarlo: Deco, Giuly, Eto’o... Pienso que el presente verano, unido al tramo final de la pasada temporada con Xavi, está teniendo mucho de eso: Lewandowski llega para jugar donde Aubameyang, Christensen es una especie de Piqué, Raphinha aporta nuevos matices al perfil de Dembélé... El punto de partida es este. Y ahora, como comentábamos, toca ver cuál es la evolución del equipo. Todavía le falta”.