Leo Messi quiere salir a toda costa del Barcelona y ni siquiera la dimisión de Josep Maria Bartomeu le va a hacer cambiar de opinión. El astro argentino ha solicitado una reunión entre sus representantes y la directiva azulgrana, pero el club culé no está dispuesto a negociar su traspaso y no renunciará a cobrar los 700 millones de la cláusula de rescisión, según avanza La Vanguardia.

El pasado martes saltaba la bomba. El capitán del Barcelona enviaba un burofax a su club en el que pedía la carta de libertad para poder firmar por otro equipo. En la misiva, Messi alegaba a la cláusula que tiene en su contrato y que le permitía irse libre antes del pasado 10 junio.

No obstante, como el internacional albiceleste no la ejecutó antes de esa fecha, el Barça lo dio automáticamente por renovado una temporada más, hasta el 30 de junio de 2021, y su cláusula de rescisión pasó a ser de 700 millones de euros.

Todo parecía indicar que se trataba de un órdago a Bartomeu para que éste dejara la presidencia del Barça tras la debacle ante el Bayern en la Champions. Pero el jugador sigue en sus trece pese a que el propio Bartomeu se haya mostrado dispuesto a dimitir a cambio de que Messi continúe en la entidad blaugrana.

El argentino quiere una salida amistosa y ha pedido ahora una reunión con la directiva para negociar. Aunque el Barcelona está dispuesto a reunirse con el delantero, no va a renunciar a ni un euro de los 700 millones que tendría que pagar el equipo que quiera hacerse con los servicios del para muchos mejor jugador de fútbol de la historia.

Ahora bien, si finalmente Messi continúa en el Barça hasta el final de la próxima temporada, podría dejar el club de su vida gratis. Algo que puede jugar a su favor a la hora de una salida pactada.