Nunca es tarde para hacer historia
eibar - La temporada del Eibar, histórica para el propio club porque es la primera vez desde su fundación -hace 75 años- que compite en la máxima categoría, esconde casos personales que merecen a su vez un capítulo aparte. Uno de ellos es el del capitán, Txema Añibarro (Zeberio, 26 de junio de 1979), integrante de ese bloque de futbolistas que subió en dos temporadas de Segunda B a Primera. Dos años en los que la carrera del defensa vizcaino ha experimentado una progresión inimaginable cuando, durante unas cuantas temporadas, se fajó en los campos de Tercera y Segunda B en las filas del Lemona, el Aurrera de Ondarroa, el Gernika, el Sestao o el propio Eibar, a donde llegó en el verano de 2008. Entonces “ni imaginaba” lo que le ha sucedido en las últimas semanas: jugar en Primera División.
Su debut se produjo el pasado 16 de enero en el campo del Córdoba. Hasta entonces la inamovible pareja de centrales del Eibar había sido la formada por Raúl Navas y Raúl Albentosa, pero la marcha de este último al Derby County a cambio de 600.000 euros obligó a Gaizka Garitano a hacer cambios. Dio entrada a Borja Ekiza, que a su vez pidió el cambio al descanso por molestias en la zona cervical. Era el turno de Añibarro. Un día inolvidable para el jugador de Zeberio, que sin saberlo había dejado su huella en Primera porque se convirtió, a sus 35 años y 174 días -una edad en la que la mayoría de jugadores han colgado las botas o están pensando en hacerlo-, en el sexto jugador más veterano en debutar en la máxima categoría.
En este particular ranking, Añibarro solo tiene a cinco jugadores por encima: Harry Lowe (debutó con 48 años y 226 días), Salvador Artigas (36 años y 200 días), Florentino Sión (36 años y 55 días), Ignacio Echezarreta (35 años y 278 días) y Gregory Coupet (35 años y 244 días). Además, desde 1949, únicamente Coupet, fichado por el Atlético de Madrid en 2008 tras una larga trayectoria en el fútbol francés, supera a Añibarro como debutante con más edad en Primera.
“Alguna noticia de esto me había llegado, pero no tan concreta”, comenta a este periódico el propio Añibarro. “Lo de los datos y la historia es bonito, figurar ahí está bien pero lo importante es vivirlo día a día y eso es lo que estoy haciendo yo. Me ha llegado la oportunidad ahora y estoy trabajando y también disfrutando, la verdad, porque hay mucho trabajo y muchas vivencias por detrás. La ilusión en estos momentos es máxima. En el carnet puede poner que tengo esos años, pero a ilusión no me gana uno más joven. Intento trabajar para mejorar cada día y esa es la clave”.
dos partidos como titular Desde ese citado debut en Córdoba, Añibarro ha jugado otros dos partidos como titular: en Anoeta frente a la Real y en Ipurua contra el Atlético, ya que el viernes regresó al banquillo en Riazor, donde Navas y Ekiza fueron los centrales. “Veo a Txema saltar de capitán a Anoeta y me estoy emocionando”, dijo incluso el técnico, Garitano, en la previa del derbi guipuzcoano. “Para mí jugar de inicio cualquier partido de Primera es emocionante. Mira lo que me ha costado llegar. Es un lujo y un privilegio. Es algo por lo que he peleado siempre y cada partido lo estoy viviendo como si fuera el último”, dice el aludido.
Llevar el brazalete en esas apariciones en Primera es “otro” motivo de orgullo: “Hace dos años solo pensar que el Eibar iba a estar entre los mejores era de locos. Nadie nos ha regalado nada, hemos llegado aquí y ser el capitán del equipo en este momento es otro motivo de orgullo”.
Añibarro no puede evitar recordar tantas tardes fajándose en campos de categorías inferiores, donde se hizo como futbolista: “A mí me ha tocado vivir de todo en el fútbol y siempre he intentado aprender. Cuando consigues llegar a Primera a mi edad te acuerdas de muchos compañeros, de muchas vivencias, de muchas batallas en los campos. Agradezco a mucha gente haber llegado hasta aquí, entrenadores y compañeros que me han formado como jugador y también como persona, que al final es lo más importante”.
En un plano más práctico, Añibarro ha tenido la complicada misión de suplir a Albentosa, que dejó un hueco difícil de cubrir con su marcha al fútbol inglés. “En la primera vuelta jugó siempre y lo hizo muy bien, pero ya no está aquí y hay que centrarse en los que seguimos. No sé si es difícil o no sustituirlo, es trabajo de todos”, comenta el capitán del Eibar, que reconoce que “no es fácil entrar en el equipo cuando llevas tiempo sin jugar”, pero que ha entrenado fuerte para cumplir su papel: “Hay que estar preparado siempre. Mi trabajo es trabajar para ponerle las cosas difíciles a Gaizka y que piense en mí cada fin de semana. Pero juegue o no voy a seguir siendo el mismo Txema”.
“no me veo como ejemplo” La de Añibarro es una historia que puede servir como inspiración para cualquier jugador, en el sentido de que la oportunidad puede llegar en el momento más inesperado siempre que haya “trabajo” por detrás. “No me veo como un ejemplo para los demás, pero sí es verdad que nunca sabes cuándo te va a llegar la oportunidad. Hay que ser realistas, hace falta tener suerte. He estado en el momento adecuado, me siento un privilegiado. Estoy viviéndolo con intensidad. Diría a la gente que nunca sabes cuándo te va a llegar el momento, pero hay que luchar, esforzarte y trabajar por si tienes esa oportunidad”.
El central vizcaino va a muerte con Garitano: “Cuando llega Gaizka al club cambia todo. Qué te voy a contar: dos años, dos ascensos. No se puede decir que cambiara algo en concreto. Es que cambia todo, hasta nuestras vidas han cambiado”. Añibarro destaca la faceta psicológica del técnico: “Salimos al campo convencidos de que podemos ganar ante cualquier rival porque Gaizka es el número uno a la hora de motivar. Como entrenador solo tengo buenas palabras por todo lo que hace y lo que nos transmite”.
“preparados para sufrir” Las apariciones de Añibarro en Primera no han ido acompañadas de victorias y, de hecho, el Eibar atraviesa su peor momento del curso con un balance de un empate y tres derrotas en las cuatro últimas jornadas. “Cuando pierdes no estás satisfecho. No estamos contentos con los resultados porque llevamos varios partidos sin puntuar, pero sí estamos contentos con nuestro trabajo. Ahora tenemos que pensar en el Elche, nuestro próximo partido, porque es un rival que tiene el mismo objetivo que nosotros”.
Añibarro se apunta al discurso de Garitano, que ya hace semanas dijo que no le gustaba la palabra colchón, utilizada para referirse a la ventaja que tiene el Eibar sobre la zona de descenso: “La gente puede hablar de colchón pero si te ganan equipos que están por debajo, se te acaba el colchón. No me da tranquilidad la ventaja que tenemos”.
El capitán asume que la segunda vuelta puede ser complicada para los armeros: “Estamos preparados para sufrir desde la primera jornada. Vamos a estar unidos y ser positivos. Todos los equipos nos conocemos más, la gente se ha reforzado y a los modestos nos va a costar ganar. Pero vamos a seguir luchando con todo”. Añibarro piensa que sería “algo muy grande” continuar en Primera: “Supondría mucho. Empezamos a entrenar en verano con el reto de salvarnos. Para nosotros cada jornada es una batalla, vamos partido a partido y espero que consigamos los puntos necesarios y ganemos la guerra. Mantenerse para el Eibar sería algo muy grande”.