Barcelona. Joan Laporta, ex presidente del Barcelona, protagonizó ayer una extensa conferencia de prensa cargada de reproches contra la actual directiva barcelonista, que le llevará ante los tribunales después de que la asamblea de compromisarios decidiera exigirle responsabilidades por pérdidas contables.

Laporta no se mordió la lengua, como tampoco lo hizo el jueves pasado, día 14, ante los medios de comunicación, y ha tildado al actual presidente del Barcelona, Sandro Rosell, de "envidioso, resentido y celoso".

En el Colegio de Periodistas de Catalunya, en Barcelona, Laporta avanzó que impugnará la asamblea de compromisarios al detectar un "defecto de forma" en la votación que sirvió para que la junta le lleve a los tribunales, y también ha señalado que emprenderá acciones legales contra la empresa auditora KPMG porque considera que su exposición durante la reunión de socios fue inaceptable.

El ex presidente del Barcelona estuvo acompañado de quien fue hasta el 30 de junio pasado director general corporativo de la entidad azulgrana, Joan Olivé, para defenderse ante la opinión pública de las acusaciones de la actual junta, en relación a las pérdidas del ejercicio anterior (77 millones de euros) y al total de sus siete años como presidente (48), motivo por el cual la asamblea de compromisarios decidió emprender acciones legales.

Ante esta situación, y también porque Laporta cree que en la exposición de la due diligence la actual junta actuó "de forma tendenciosa" contra su honor, el ex presidente azulgrana aseguró que a partir de ahora, y mientras las demandas se tramitan en los juzgados, ejercerá de oposición para "controlar" a la actual directiva.

"La junta directiva no ha tenido el coraje de explicar las cosas e interpuso a una persona (de la auditora KPMG), quien actuó de forma mediatizada", se quejó Laporta, quien, igual que el jueves pasado antes de la asamblea de compromisarios, contó con el respaldo de casi todos los anteriores directivos, también afectados por la demanda que interpondrá la actual junta directiva.

Rosell votó en blanco En la votación del sábado 16, Sandro Rosell, tras un extenso parlamento en el que argumentó motivos para posicionarse a favor o en contra, votó en blanco cuando se debatió sobre la posibilidad de exigir responsabilidades a la anterior junta directiva, hecho que ha indignado a Laporta.

"Un buen amigo me recordaba el pasaje bíblico (de Pilatos) cuando se produjo una limpieza de manos histórica. El personaje afectado decía que no quería cargar bajo su conciencia con sangre inocente", rememoró Laporta, para iniciar una nueva carga contra Rosell. "No le tengo ningún tipo de rencor por esta actuación. Creo que es muy triste estar bajo los efectos de la envidia y los celos. El hecho de votar en blanco no disimula la malicia de algunos (Rosell), no nos dejemos engañar por estos individuos", apuntó.

"Estos celos, resentimiento y envidia le debe provocar un mal vivir, y no le deseo esta situación", subrayó un Laporta que ha tenido también palabras duras contra el portavoz de la junta, Toni Freixa, de quien dijo que "se cubrió de gloria" al hacer el recuento de la votación que llevará a Laporta ante los tribunales.

Para el ya ex presidente, que se apoyó en una sentencia del Supremo en un caso que considera idéntico al de la pasada asamblea, la votación que se llevó a cabo el sábado para impulsar una demanda social de responsabilidad pecó "de un defecto de forma", pues el club se refirió a un mayoría simple dando por buenos los 468 votos a favor (por 439 en contra y 113 en blanco), y Laporta cree que la mayoría debía ser de la concurrencia, es decir, de todos las socios compromisarios en la sala (1.093).