La Real Sociedad ha dado un golpe de estado en la Liga F. En el campeonato que se desarrolla bajo la dictadura del Barcelona, vigente campeón durante los últimos seis años, el equipo txuri-urdin se ha erigido en el primer equipo en ganarle, y restarle puntos, en el presente curso. En un sistema autoritario establecido desde que el club azulgrana decidió dedicar recursos a su sección femenina, la escuadra realista ha hecho historia al derrocarle en Zubieta por 1-0. Locura total en Zubieta.

Con 21% de posesión de balón, el equipo blanquiazul ha realizado un auténtico ejercicio de resistencia, ha puesto en liza todas sus armas para anular las ofensivas azulgranas y ha conseguido una victoria, gracias a un gol de Edna Imade desde el punto de penalti en la primera parte, que quedará grabada en los anales del fútbol femenino estatal.

En el tramo final, el Barcelona marcó un gol, pero, tras una eterna revisión, la colegiada anuló el tanto por un claro fuera de juego, y la alegría explotó en Zubieta.

Con este triunfo, la Real se consolida en la tercera posición de la clasificación, empatado a 20 puntos con el Real Madrid. Precisamente, en puestos europeos, una meta que se antojaba muy lejana en verano, pero que a día de hoy es un hecho que puede convertirse en realidad. Es la tercera victoria en la historia del conjunto txuri-urdin frente a las blaugranas, y la primera desde que el club catalán se ha situado entre los mejores equipos de Europa. Hace ya casi 20 años, el 29 de abril de 2007, la formación blanquiazul ya venció al Barça a domicilio por 1-3. Y esa misma campaña, el 10 de diciembre de 2006, ya lo había hecho por primera vez en Zubieta por 2-1.

Dos variantes

Arturo Ruiz, ya con las recuperadas Nerea Eizagirre y Aiara Agirrezabala en el banquillo, realizó dos cambios con respecto al derbi guipuzcoano que vivió Ipurua en la pasada jornada (0-3 a favor de la Real): la central María Molina y la lateral Emma Ramírez, que jugó como extremo izquierdo, ocuparon el lugar de Intza Egiguren y Lucía Pardo. Mientras que el técnico visitante, Pere Romeu, siguió con sus habituales rotaciones en una plantilla repleta de estrellas, como las dos últimas Balones de Oro (Aitana Bonmatí y Alexia Putellas).

Control sin goles del Barça

En una primera parte dominada completamente por el Barça, cuya posesión del balón fue del 80%, la Real le asestó un golpe con el que se fue con el susto en el cuerpo al descanso. El control del juego fue blaugrana, pero no convertía este dominio en ocasiones claras de gol, de manera que el conjunto guipuzcoano se sentía cómodo esperando, defendiendo y saliendo a la contra.

Pese a esta superioridad, el cuadro visitante no fue capaz de disfrutar de una oportunidad para marcar hasta el minuto 21, cuando María Molina sacó bajo palos el balón. Las realistas, por su parte, no se acercaron con peligro hasta el minuto 26, en un intento de cabecear un balón, centrado por Cahynová desde la derecha, por parte de Edna Imade.

El gol de la Real

Y en otra de sus aisladas llegadas, que finalizó con un córner a favor, Laia Alexandri cometió por mano el penalti que aprovechó la propia goleadora txuri-urdin para adelantar a su equipo en el marcador en el que suponía su séptimo gol de la temporada en cinco partidos (igualó así a Claudia Pina en la tabla de anotadoras de la Liga Femenina).

Un tanto, el segundo que recibe el Barcelona en nueve jornadas ligueras, con el que la Real sorprendió a un equipo que no conseguía traducir su fútbol en ocasiones y goles… y que comenzaba a desesperarse.

La segunda mitad

En la reanudación, la tónica fue la misma, con un Barça dominante pero poco efectivo. El partido transcurrió por los mismos derroteros, con la Real buscando sorprender al contragolpe. Y en una de estas acciones, Edna se precipitó y lanzó desde muy lejos, al ver a Cata Coll adelantada, cuando podía haber continuado con el balón hasta acercarse al área para hallar una mejor posición de tiro. Las realistas siguieron insistiendo con esta fórmula.

En el minuto 60 se produjeron cambios por ambos bandos en busca de objetivos bien distintos. Arturo Ruiz dio entrada a Arola Aparicio y Aiara con el propósito de dotar de aire fresco a un equipo que necesitaba aire para aguantar con la victoria hasta el final. Más tarde fue el turno de Intza. Pero en el bando contrario las variantes no surtían efecto. Sus ataques no revestían apenas peligro.

Y cuando lo ocasionaron, como en un córner botado en el tramo final, estaba Arrula para evitar el gol. En estos últimos instantes, el Barça marcó, pero, tras una larga revisión del VAR, fue anulado por fuera de juego. Así, la Real se adjudicó una victoria histórica y que tendrá un lugar especial en su palmarés.