Real Sociedad: 20 años para elevar al equipo femenino donde se merece

Garbiñe Etxeberria

Uno de los momentos más importantes para Garbiñe Etxeberria fue el primer partido oficial porque “es una fecha que quedará grabada para siempre, sin duda alguna. Es un día grande en este sentido, pero también hay que destacar todo lo que pasó anteriormente. Por ejemplo, el primer torneo, en Tolosa el día de San Juan, que jugamos con el nombre de Real Sociedad. Por eso, antes de esa fecha hubo dos o tres meses muy bonitos. Pero como fecha, el 19 de septiembre de 2004, en el que jugamos el primer partido oficial de liga en Martutene y ahí empezamos el camino hasta hoy”.

La hernaniarra, una histórica del fútbol femenino en Gipuzkoa que ha vivido este proyecto desde su origen como entrenadora, junto a Iñigo Domínguez, hasta la actualidad, como responsable deportivo, hace un repaso de la trayectoria del equipo: “En estos 20 años hemos vivido de todo en el club y siempre dando pasos adelante. Yo me acuerdo que cuando empezamos nuestro sueño era tener un equipo, competir, llegar a jugar lo más arriba posible... y poco a poco hemos ido consiguiendo estos objetivos. Hemos conquistado un título de Copa, hemos sido segundas en la Liga, hemos ido a Europa, hemos disputado de nuevo otra final de Copa, también hemos jugado dos veces la Supercopa... pero el equipo todavía puede lograr muchas cosas más y el nombre del club aún se puede llevar más arriba. Y yo tengo ese sueño. Que las jugadores que están subiendo lleguen lejos; seguir logrando éxitos con la Real; y tenemos un gran margen. Lo que tenemos que hacer es trabajar para poder conseguirlo. Trabajo y tranquilidad, y de esos tenemos”. 

Aintzane Encinas

Por su parte, Aintzane Encinas, la futbolista que más partidos ha disputado con la camiseta txuri-urdin oficialmente, con un total de 344, pese a retirarse a una edad más bien temprana de 29 años, y que ahora colabora con el club en funciones de formación, habla de lo importante que es la Real. “El gran triunfo de la Real es tener cuatro equipos en su estructura, y también, por supuesto, de toda la cantera guipuzcoana. Ese es el gran triunfo que tenemos; tener un equipo en la elite tener muchos más y que cada vez haya más licencias y que seamos una provincia de fútbol. Que tengamos el 20% de licencias femeninas en Gipuzkoa es el gran triunfo también de la Real Sociedad y de lo que son sus clubes convenidos”, confiesa la exjugadora realista para añadir también que “estar ahí y acompañar a esas jóvenes que han empezado también en sus clubes convenidos hasta donde quieran llegar para mí es una suerte”.

Encinas se refiere a los momentos emotivos que ha vivido en el conjunto blanquiazul: “Jugar en la Real fue el inicio de un sueño. Ponerme la camiseta de la Real y jugar; jugar a lo que más me gustaba en el equipo de mi ciudad, de mi vida. Llevo 20 años en la Real Sociedad y ya hace 20 años desde que me puse la camiseta por primera vez. No he parado de sonreír en este tiempo, de ver cómo sonríen otras jugadores cuando se ponen esta camiseta, y para mí eso es una gran suerte”.

Vivencias emotivas

Encinas se refiere a los momentos emotivos que ha vivido en el conjunto blanquiazul: “Jugar en la Real fue el inicio de un sueño. Ponerme la camiseta de la Real y jugar; jugar a lo que más me gustaba en el equipo de mi ciudad, de mi vida. Llevo 20 años en la Real Sociedad y ya hace 20 años desde que me puse la camiseta por primera vez. Es un día histórico para mí y para el fútbol femenino de la Real. No he parado de sonreír en este tiempo, de ver cómo sonríen otras jugadoras cuando se ponen esta camiseta, y para mí eso es una gran suerte”.

Una progresión que, en cualquier caso, no para, en opinión de una jugadora que vive el club desde dentro: “La evolución es grande. Se han conseguido muchas cosas, como la Copa de la Reina, y muchos hitos, como participar en la Champions League y se irán consiguiendo más”.

Acerca del primer partido oficial con la camiseta blanquiazul, la donostiarra explica que “en aquella época tenía 16 años y todas teníamos una ilusión increíble por llegar con el equipo de nuestra vida a Primera División que cada partido era un reto que nos acercaba a ese sueño. Y con muchas vivencias, como cuando nos regalaron por primera vez la camiseta de la Real; nuestro premio no era un sueldo, sino que era una camiseta de la Real”.

Aintzane, como otras jugadoras, han cumplido su sueño; el mismo por el que suspiran hoy en día muchas niñas guipuzcoanas.