No mereció perder la Real Sociedad contra el Athletic. Ni muchísimo menos. Fue mejor que su adversario en el cómputo global de un muy competido derbi de la Liga F. Pero, al mismo tiempo, puede asegurarse también aquello que suelen dictar los agoreros: “Se veía venir”. No hablamos aquí de una cuestión futbolística, ni de la inercia que pudo adquirir el encuentro para apuntar a la victoria visitante, cosa que nunca sucedió en Anoeta. Nos referimos, más bien, a leyes no escritas que acostumbran a regir este deporte y que este sábado se confabularon para penalizar a las txuri-urdin. Hicieron bueno aquello de que quien perdona lo termina pagando. Y confirmaron igualmente que situaciones como la descrita resultan más peligrosas aún si una ex anda por medio. Nahikari García ejerció de verdugo de un equipo que lo hizo casi todo bien, dejándose en el tintero lo más importante, marcar.
El partido arrancó con sorpresa. La baja por lesión de Jensen obligó a Natalia Arroyo a modificar lo que podía considerarse el once de gala. Y la entrenadora catalana apostó entonces por, mediante la inclusión en el equipo de Cecilia Marcos, dotar a los txuri-urdin de una estructura camaleónica. La Real comenzó dibujando una especie de 3-5-2 en el que Emma Ramírez ejercía de tercera central y la propia Cecilia de carrilera diestra, siempre en la misma altura que Bernabé en la otra banda. Con el paso de los minutos, las participaciones de Apari incrustándose entre centrales o la ubicación más fija de Marcos como extrema por la derecha fueron dotando a la escuadra blanquiazul de nuevos matices, siempre dentro de un derbi inicialmente igualado y con fases de ligera mejoría para unas y otras.
La oportunidad más clara de la primera parte llegó en el minuto uno, mediante un centro de la luego omnipresente Cecilia que Amaiur desperdició con todo a favor en el segundo palo. La Real presionaba arriba colocando enfrente del Athletic un espejo (replicando el dibujo visitante) y aprovechando los robos altos para conectar con Nerea Eizagirre y que esta lanzara a las puntas. Precisamente en un balón largo por el que peleó Sarriegi, la colegiada Planes Terol se comió un claro penalti cometido por Elexpuru sobre la atacante donostiarra, quien en ningún caso cometió la plancha que le señaló la árbitra murciana.
Otro panorama
Poco a poco, además, el Athletic fue llevando el encuentro a su terreno, un terreno basado en gran medida en las caídas a banda derecha de Pinedo para que esta combinara con la carrilera Elexpuru. Por ese sector se produjeron los acercamientos más peligrosos del cuadro vizcaino, abortados por la falta de acierto visitante o por una inconmensurable Vanegas, segura en todos los registros de su juego. Una vez que las rojiblancas no aprovecharon su momento y que Arroyo comenzó a enredar amagando con pasar al 4-3-3, fijando más arriba a Cecilia, la Real volvió a adquirir el bastón de mando. Fue precisamente la atacante txuri-urdin quien más cerca estuvo del gol en esta fase final del primer tiempo, mediante un centro que comenzó a envenenarse sobre la marcha y que Nanclares tuvo que rechazar con muchos apuros. Tablas al descanso, con ligera superioridad guipuzcoana a los puntos.
Esa “ligera” sensación de que la Real estaba siendo mejor ganó en intensidad tras la reanudación, mediante una salida en tromba txuri-urdin que se tradujo en tres oportunidades muy claras. Amaiur no embocó a gol un regalo de Franssi en forma de centro desde la derecha. La propia Sarriegi no acertó poco después a hacer puerta tras un envío bombeado de Bernabé que se tragó Nanclares con una salida en falso. Y la guardameta visitante se rehizo luego de su error rechazando a córner un buen disparo de Cecilia. Las de Natalia Arroyo atraían a su rival, superaban su primera línea de presión y conectaban con la sala de máquinas para hacer llegar el balón a las atacantes. Sin embargo, como suele resultar habitual en estos casos, el gol se produjo en la portería menos frecuentada.
En el mejor momento
Con la Real inspirada y sabiendo que el Athletic sangraba si se le enganchaba por dentro, un robo rojiblanco con las locales expuestas generó una transición. Reaccionó bien la zaga txuri-urdin rodeando a Nahikari García en la frontal del área. Pero la urnietarra hizo buena otra ley no escrita, la del ex, para castigar a sus antiguas compañeras con el 0-1: se deshizo de cuatro rivales en un palmo de terreno y lanzó un disparo cruzado ante el que nada pudo hacer Lete. Tras el gol continuó la tónica previa, con Franssi teniendo en sus botas la opción de empatar rápido, pero la llama fue poco a poco apagándose.
Víctima del desgaste previo, las blanquiazules, que nunca dejaron de intentarlo, lo hicieron ya más por acumulación y por insistencia que con claridad. Y las tuvieron aun así, porque el Athletic nunca respiró tranquilo. Sin embargo, el remate a las nubes de Mirari en el minuto 93 y el disparo al larguero de Nerea en el 96 simbolizaron las esperanzas que se esfumaban. Cuatro meses después, las chicas de Natalia Arroyo siguen sin ganar en casa. Pero, aunque no sirva de consuelo, ayer ofrecieron a más de 10.000 espectadores un muy buen partido de fútbol. Se ganaron volver al estadio esta misma temporada, cuando proceda, y desquitarse de un palo muy injusto.
REALSOCIEDAD Lete; Emma Ramírez (Guridi, m. 81), Tejada, Vanegas, Bernabé (Izarne, m. 73); Aparicio, Jacinto, Eizagirre; Cecilia Marcos (Mirari, m. 73), Franssi, Amaiur.
ATHLETIC Nanclares; Landaluze, Maddi, Bibi; Elexpuru, Itxaso (Mariana, m. 54), Oguiza (Zubieta, m. 54), Nevado; Pinedo (Ortega, m. 73); Azkona (Zugasti, m. 61), Nahikari (Sanadri, m. 73).
GOL 0-1, m. 59: Nahikari García.
ÁRBITRA Planes Terol (Colegio Murciano). Amonestó con tarjeta amarilla a las visitante Itxaso y Maddi; y a las locales Franssi y Vanegas.
INCIDENCIAS Partido disputado en el estadio de Anoeta ante la presencia de 10.555 espectadores.