Desde Anasinf ofrecéis el desarrollo ad hoc de sistemas informáticos para empresas contribuyendo a su transformación digital. ¿Con qué nota podemos puntuar a las empresas navarras en este área?

- Hay una gran diferencia entre las empresas según su tamaño. Las empresas grandes llevan tiempo viendo que la digitalización, las herramientas informáticas y las soluciones que existen son estratégicas y por lo tanto lo han ido incluyendo en sus planes. Sus procesos ya estaban digitalizados y han entendido que el uso de los datos es muy importante para conocer a su cliente y sus necesidades y poder competir mejor. En las pequeñas y medianas empresas, generalizando, se ha conseguido digitalizar parte de los procesos de gestión empresarial, y aún falta que se entienda que la gestión del dato es vital para la supervivencia del negocio, para poder competir con esas otras empresas grandes que ya están aprovechándose del conocimiento que esos datos están proporcionándoles.

¿Ha contribuido la pandemia a la aceleración en el proceso de digitalización empresarial?

- Rotundamente sí. Se ha acelerado el proceso de incorporación de tecnología en empresas que quizá lo hubieran hecho igual, pero a otro ritmo. Se ha constatado la importancia de la gestión empresarial basada en información que esté a disposición de quien tiene que tomar decisiones de una manera inmediata y eso solo lo proporciona un sistema de gestión digitalizado.

¿Se ha dejado de ver la transformación digital como un gasto para considerarla una inversión?

- Esa es una de las claves, ver la transformación digital como algo estratégico e incorporarla en los objetivos de las organizaciones.

"Estamos en constante vigilancia, tanto de las nuevas formas que hay de delinquir, como de las nuevas herramientas y ayudas para evitar desastres"

Tal y como aseguráis, los datos son el oro del siglo XXI y también la base para la transformación digital. ¿Por qué?

- Los datos son la base única y fundamental para la aplicación de nuevas tecnologías, como la IA, el Machine Learning y el Big Data. Eso sí, no es solo tener datos, sino que hay que tener muchos, de buena calidad y pertinentes. Y con esa base, lo que se puede hacer es generar información, que nos va a servir para dos cosas: primero, conocer mejor nuestro negocio, y dos, hacer planteamientos disruptivos que permitan diferenciarnos.

¿Se les da la importancia que merecen a nivel empresarial?

- Precisamente, una cuestión fundamental es cómo capturamos los datos y cómo los almacenamos. A lo largo de estos 25 años hemos visto cómo, si un usuario no es consciente de la importancia que tiene el dato que está capturando, puede que en otro proceso posterior alguien esté tomando malas decisiones. En una empresa todas las personas deben tener muy claro que si en su puesto de trabajo se está capturando un dato, tiene que ser capturado correctamente. Si eso es así y las bases de datos están llenas de "buenos datos", las tecnologías que se apliquen luego darán resultados mejores.

Y por último, no podemos olvidarnos de la seguridad. ¿De qué forma se puede blindar el acceso a terceros de la información más valiosa de nuestra empresa?

- Es complicado crear un sistema infalible. Si la evolución de las tecnologías es rapidísima, la capacidad de los ciberdelincuentes para intentar sacar provecho es aún mayor. Dicho esto, se pueden tomar medidas. Estamos en constante vigilancia, tanto de las nuevas formas que hay de delinquir como de las nuevas herramientas y ayudas para evitar desastres. Tenemos que invertir en soluciones, que las hay, para prevenir la pérdida de esos datos; formar e informar a los usuarios de la correcta manera de utilizar las herramientas informáticas para evitar que un error humano dé lugar a un ciberataque; y tener un sistema robusto de copias de seguridad que haga que, en caso de desastre, pueda restaurarse en el menor tiempo y con el menor coste posibles.

Los datos: El oro del siglo XXI