1 Aislamiento térmico.
Las paredes, el techo y el piso de una Passive House están altamente aislados para reducir la pérdida de calor en invierno y el ingreso de calor en verano. Se utilizan materiales aislantes de alta calidad para minimizar los puentes térmicos y mantener una envolvente térmica continua y eficiente.
2 Ventilación controlada.
Contar con un sistema de ventilación mecánica con recuperación de calor (MVHR, por sus siglas en inglés) que proporciona un suministro de aire fresco constante y una extracción controlada de aire viciado. El MVHR permite recuperar el calor del aire de salida y transferirlo al aire de entrada, reduciendo la necesidad de calefacción adicional.
3 Estanqueidad al aire.
Estas casas se construyen con una envolvente hermética al aire para minimizar las infiltraciones y filtraciones de aire no controladas. Se utilizan técnicas de construcción y sellado adecuadas para garantizar una alta estanqueidad al aire, evitando así pérdidas de energía y corrientes de aire indeseadas.
4 Ventanas de alta eficiencia.
Utilizan vidrios de baja emisividad, marcos aislados y técnicas de sellado adecuadas para reducir las pérdidas de calor y evitar corrientes de aire frío en invierno. Uno de los materiales más innovadores es el vidrio electrocrómico, capaz de adaptarse a las condiciones ambientales.
5 Gestión de puentes térmicos.
Se presta especial atención a la reducción de los puentes térmicos, que son áreas en la envolvente del edificio donde el aislamiento es interrumpido, lo que puede provocar pérdidas de calor significativas. En una Passive House, se implementan medidas para minimizar los puentes térmicos y garantizar una envolvente continua y altamente aislada.