La industria 4.0 no tendría ese apellido generacional si no fuera por la implementación de robots en sus procesos. Y para ello, la I+D+i desarrollada durante las últimas dos décadas llevada a cabo por un puñado de empresas que han ido especializándose en el campo de la robótica ha sido clave, ya que han sido capaces de crear bots específicos para cada área: aeronáutica, automoción, fabricación, sanidad, construcción, demolición, seguridad e inspección…  

Dentro del ecosistema robótico, los más utilizados son los robots AMR, porque la robótica móvil autónoma permite un aumento de la productividad, la reducción de costes, una mayor precisión, la disminución de errores y también la reducción del número de accidentes laborales. Además, pueden emplearse para realizar tareas peligrosas o llevar a cabo tareas de vigilancia e inspección. 

Los más utilizados son los robots AMR, que se basan en robótica móvil autónoma para aumentar la productividad

Robótica colaborativa

Como alternativa a los robots industriales clásicos, cada vez cogen más fuerza los robots colaborativos o ‘cobots’, tal y como destacan desde Inser Robótica, una de las empresas de este sector más importantes y más longevas a nivel estatal. Esta empresa de robótica, creada en 1986 en Bizkaia, actúa como integradora tecnológica en el ámbito industrial y aunque comenzó diseñando robots para automoción, a día de hoy busca soluciones para la automatización de las cadenas de montaje de consumo general con más de 1.200 proyectos realizados para más de 600 clientes de todo el mundo.  

Diseños de robots colaborativos realizados por la empresa Inser Robótica. Fotografía: Inser Robótica.

Sus sistemas son muy útiles para el final de línea de producción pues automatizan todas las fases para proteger y transportar los productos a almacén o muelle de carga: agrupación de productos, formación, llenado y precintado de cajas, paletizado con robots industriales, colaborativos o cartesianos, enfardado, flejado, etiquetado y transporte empleando AGVs y Robótica móvil.  

Entre los pros de emplear robótica colaborativa en la industria destacan su movilidad y facilidad de programación

La aplicación de la robótica colaborativa en la industria abre un mundo de posibilidades. Entre las ventajas de su implementación destaca su gran capacidad de movilidad, pues es posible cambiar la ubicación de la célula gracias a su reducido peso; su facilidad de programación con un sencillo interfaz de usuario para un aprendizaje más rápido; y unas funciones de seguridad avanzadas que permiten evitar la colocación de vallados y barreras fotoeléctricas. 

Entre las tareas que pueden realizar los ‘cobots’ destacaremos tres a modo de ejemplo. Una de ellas es el paletizado colaborativo o ‘copalletizer’. “Su menor espacio ocupado en planta, así como su ligereza y capacidad para trabajar en ausencia de vallado, los hace ideales para trabajar en espacios muy reducidos y con producciones medias o bajas”, indican desde Inser Robótica. 

"Su menor espacio ocupado en planta, así como su ligereza y capacidad para trabajar en ausencia de vallado, los hace ideales para trabajar en espacios muy reducidos y con producciones medias o bajas”

Incorporan, además, garras de vacío muy ligeras y con un diseño intrínsecamente colaborativo, sin elementos que puedan dañar a personas que accedan a la zona de trabajo. Para garantizar la seguridad de los operarios y en función del proceso y la velocidad, se pueden integrar escáneres de seguridad que ralentizan o incluso detienen el movimiento del ‘cobot’ si se detecta presencia en el área de paletizado. 

Otra de las capacidades de un ‘cobot’ es la carga automática de formadoras de cajas (‘coboloader’). “La célula permite automatizar la poco ergonómica tarea de alimentar formatos de cajas a la máquina de formado de cajas. El cobot localiza por sí mismo la posición de la pila de cajas sobre el palet y toma grupos que va apilando sobre el transportador de acumulación de la formadora”, explican en relación a esta aplicación. La seguridad de la instalación está garantizada mediante la adecuada configuración del brazo colaborativo y la incorporación de un escáner que reducirá la velocidad de funcionamiento del sistema cuando una persona se aproxime al área de trabajo. 

Y en tercer lugar, un ‘cobot’ resulta muy interesante para tomar piezas de poco peso que están ubicadas a granel dentro de un contenedor, lo que se conoce como ‘bin picking’. “Como su localización es aleatoria, hemos diseñado una solución que integra un equipo de visión 3D que, conociendo de antemano cómo es la pieza a capturar, decide cuál de todas debe coger, y su localización exacta en el espacio”, aseguran. Además, tiene en cuenta la relación de cada pieza con las inmediatamente más próximas para evitar choques con ellas al capturar la pieza.