El anuncio de preacuerdo en las Juntas Generales de Araba entre PNV, PSE y EH Bildu para asegurar la aprobación del presupuesto 2025 cierra un círculo de actualización de las cuentas que alcanza a todas las instituciones supramunicipales de Hegoalde. Los Gobiernos de la Comunidad Autónoma del País Vasco (CAPV) y de la Foral de Navarra, además de las diputaciones de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, tienen garantizada la aprobación de una estructura de gasto con la que afrontar los retos del próximo año y, llegado el caso, de los posteriores. Por distintas vías, y materializando la teoría de la geometría variable, diferentes sensibilidades políticas han comprometido su respaldo a un ejercicio oportuno de adecuación de la estructura presupuestaria. Es significativa la diversidad de fuerzas y de actitudes en función del territorio. Si en Navarra la coalición de gobierno de PSN-PSOE, Geroa Bai y Contigo-Zurekin ha obtenido la adhesión de EH Bildu, en Gipuzkoa ha sido el PP quien ha decidido unilateralmente facilitar las cuentas al equipo de PNV y PSE-PSOE. La coalición que coordina Arnaldo Otegi pacta las cuentas alavesas pero opta por no implicarse allí donde jeltzales y socialistas disponen de mayoría suficiente para su presupuesto: Bizkaia y, aún pendiente de concreción, el del Gobierno Vasco. La constante de estas ecuaciones es el eje que lidera el PNV en la CAPV y su implicación en el Gobierno de Chivite en Navarra a través de Geroa Bai, que aporta la base de estabilidad que aún buscan las autonomías del entorno y el Ejecutivo del Estado. Un presupuesto actualizado permite adaptar las necesidades de la acción pública a las circunstancias sobrevenidas y proyecta un margen de maniobra superior para los ejercicios pendientes de cada legislatura. La prórroga es soslayable, pero el valor añadido de la adecuación de una estructura de gasto es superior. Denota, además, la mejor de las virtudes de la política: canalizar las divergencias y orientarlas al posibilismo del mejor rendimiento para la ciudadanía administrada. Los márgenes del gasto son relativos siempre, en tanto los compromisos públicos, las necesidades sociales y los costes de la propia estructura llegan muy tasados, pero el mensaje de una clase política vasca consciente de su función democrática es un ejemplo para otros.